Como cualquier joven de cualquier rincón de Argentina, su pasión es el futbol, pero ellos salen a la cancha vestidos con sus camisetas rojas con la figura de Ernesto «Che» Guevara, su firma estampada, y en la parte de atrás la conocida frase: «Hasta la victoria siempre».
«Club Atlético, Social y Deportivo Ernesto «Che» Guevara» fue bautizada la institución ubicada en la localidad de Jesús María (750 km al norte), donde unos 60 jóvenes desde los 12 años «van desde el deporte hacia el pensamiento» del guerrillero argentino-cubano muerto en 1967.
«El deporte es un derecho humano y a través del deporte los chicos van hacia el pensamiento del Che, que también fue un gran deportista», dijo a la AFP la presidenta del club, Mónica Nielsen, que impulsó su creación en 2006 junto a otros amigos, «todos guevaristas», que hoy integran la comisión directiva.
Nielsen se jacta de que el club, integrante de la liga regional de la provincia de Córdoba, no forma parte del entramado mercantilista del fútbol de Argentina, donde desde muy pequeños los talentosos y sus padres son presionados para futuros fichajes millonarios.
«Ningún chico es objeto de negocio. No decimos vale 20 ó 30. La condición humana es lo fundamental: jamás le vamos a poner precio a un chico», dijo la mujer, quien asegura que cuando un jugador quiere emigrar a otra institución no le ponen impedimento alguno.
La aparición de un club con el nombre de «Che» Guevara no provocó mayores polémicas en Jesús María, una localidad del norte de Córdoba de 30.000 habitantes de raíz conservadora que en los últimos años se benefició con el auge del cultivo de la soja.
«Hasta en las fiestas cívico militares del pueblo hemos desfilado con las camisetas del «Che», en los que también participan los estudiantes de la escuela de aspirantes de la Gendarmería Nacional (policía militarizada)» del lugar, dijo la mujer.
Nielsen reconoció que la primera vez que desfilaron en 2007, los jefes de la escuela de esa fuerza de seguridad se sorprendieron por la vestimenta de los jóvenes con la estampa del Che, una figura que causa cierto escozor entre los uniformados, aunque «ahora ya se acostumbraron y lo toman con naturalidad».
El club se mantiene sólo con las ventas de diferentes objetos que forman parte del gran negocio de mercadeo en torno a la figura del Che, como camisetas, reproducciones, llaveros y fotografías, en un puesto de una feria artesanal de la localidad.
El principal objetivo de la institución de tener cancha propia es un sueño aún no concretado y por el momento se conforman con utilizar las instalaciones del vecino Club Alianza a cambio de obras que realizan los propios jugadores, sus familiares y los directivos.
«Con el Club Alianza acordamos que realizamos trabajos de albañilería en el estadio. Hace dos domingos fuimos todos a trabajar, fue como los trabajos voluntarios que propiciaba Guevara», dijo Nielsen.
«Seremos como el Che», asintió la dirigente al ser consultada sobre la similitud de los objetivos del club con la famosa frase que distingue a los escolares cubanos.