Todo guatemalteco tiene el derecho a optar a ser presidente de la República, pero para ser realmente guatemalteco no sólo se debe cumplir con lo que establece la Carta Magna, sino que también serlo de mente y de corazón. Debe de conocer un poco de historia, especialmente de que Guatemala es una república libre, soberana e independiente, si no desde 1821, por lo menos desde 1823. Debe ser justo y ecuánime en su pensamiento y en su actuar y no proceder animado por rencores y odios producto de afrentas del pasado, así como no estar ansioso de tener poder para llevar a cabo sus sueños de venganza.
Siendo Guatemala un país multiétnico, no se debe de juzgar a las personas por su composición racial, si no que deben juzgarse por lo que son capaces de aportar a la sociedad, ya que el origen del 80% de los guatemaltecos es producto de la fusión del negro, el blanco y el indígena, que para agruparlos de manera más simple se les llama «ladinos», siendo que son muy pocos los que aun quedan puros y otros pocos que son producto únicamente dos razas, que puede ser mulatos, mestizos y afro mestizos.
No confundir el término «ladino» como se le conoce vulgarmente si no como lo que verdaderamente significa.