Un palestino que murió en circunstancias controvertidas bajo detención israelí recibió ayer lunes un funeral de héroe; miles acudieron a su tumba y la policía palestina lo honró con una salva de 21 disparos.
Las autoridades palestinas dijeron que de acuerdo con la autopsia, Arafat Jaradat fue torturado durante un interrogatorio israelí. Las autoridades israelíes dijeron que son necesarias más pruebas para determinar las causas de la muerte de Jaradat y el ministro de Seguridad Pública de Israel dijo que permitirá a un experto internacional revisar los resultados de la autopsia.
La muerte de Jaradat, de 30 años, padre de dos hijos y empleado de una gasolinera, coincide con un incremento de las tensiones en Cisjordania, situación por la cual se menciona en Israel la posibilidad de una nueva sublevación palestina.
La oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, dijo el lunes que ha sostenido consultas sobre esta situación con las autoridades de seguridad, en tanto que el enviado de la ONU, Robert Serry, advirtió que «el incremento de las tensiones representa un peligro real de desestabilización».