Me permito dirigirme a usted haciendo referencia al editorial publicado en la edición de hoy de La Hora según el cual la población de la zona costera del Pacífico nacional no fue alertada sobre el incremento del oleaje como consecuencia del tsunami generado por el terremoto acontecido en Chile el pasado día 27.
Con el ánimo de aclarar la actuación de esta Coordinadora Nacional al respecto y sin ninguna intención de polemizar sobre el particular, le informo que desde que los servicios internacionales de monitoreo geológico difundieron la noticia del terremoto en Chile nos dimos a la tarea de contactar al Centro Internacional de Tsunamis en el Pacífico para establecer el eventual riesgo que un fenómeno de esta naturaleza podría representar para nuestro país.
El referido Centro Internacional de Tsunamis en el Pacífico emitió una advertencia -no alerta- a 57 países a los cuales podría llegar el tsunami en variadas manifestaciones, conforme los modelos aplicables. Tanto el Centro Internacional como el Insivumeh calcularon que el fenómeno iría contactar las playas de América Central de forma casi paralela a las ondas expansivas, lo que no representaba problema, excepto un moderado incremento del oleaje.
Mientras tanto, el Insivumeh emitió los Boletines Informativos a las 7.50 horas, a las 8.30 horas y a las 10.30 horas del sábado. Por su lado, Conred emitió los Boletines Informativos 586, 587, 588 y 589, respectivamente a las 8.50, 10.21, 11.01 y 12.26 horas, enviados a todos los medios de comunicación, incluyendo su prestigioso medio.
Paralelamente a la emisión de los citados Boletines Informativos, Conred avisó de la posibilidad de tsunami a sus Delegados Departamentales y al Comando Naval del Sur a efecto de que divulgaran la advertencia y adoptaran las medidas del caso, especialmente con los pescadores artesanales. De la misma forma, el Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional sostuvo conversación al respecto con el Señor Presidente de la República, a quien manifestó que no había por qué alarmarse pues el efecto no sería mayor que el aumento de unos 20 a 30 centímetros en el oleaje, que es normal cuando acontecen vientos fuertes sobre la superficie del mar.
Finalmente, debido a la naturaleza de los tsunamis y su forma de propagación, Conred mantuvo comunicación constante con las autoridades de Perú, Panamá y El Salvador. Cualquier tsunami originado en Chile debe pasar primero por las costas de estos países y se tardaría varias horas en llegar a nuestro litoral Pacífico. Como usted se imaginará, los reportes que recibimos de Perú, Panamá y El Salvador fueron todos de aumento de oleajes de entre 45 y 20 centímetros lo cual no representaba ningún peligro para nosotros.
Como Usted seguramente concordará con el suscrito, si por un lado Conred tiene la obligación de informar a la población sobre el eventual surgimiento de eventos adversos, por el otro tiene la de no divulgar noticias que infundadamente pueden alarmar a la ciudadanía, creando pánico e inseguridad innecesarios.
Agradecería mucho al Señor Editor la gentileza de determinar la publicación a la presente, con el objetivo de transmitir a la población la información que precede y, de esa manera, salvaguardar la credibilidad de esta institución.
Aprovecho la ocasión para suscribirme de usted
Muy atentamente.
Secretario Ejecutivo
Coordinadora Nacional para la
Reducción de Desastres.