Existen definiciones de lo que la sencillez significa. Cuando nos referimos a una cualidad humana estamos diciendo que la persona no es compleja, que no proporciona dificultades, que no es ostentosa o vanidosa.
Las personas sencillas son llanas, poseedoras de manifestaciones espontáneas. Pero al referirse a estas personas con falta de suntuosidad se da la confusión de que se está observando una característica de pobreza y tal vez, la más despreciada, la económica.
Sin embargo, la sencillez también suele ser vista como un valor humano. De personas que poseedoras de fortaleza interna, quienes deslumbran a su alrededor con su personalidad encantadora. Gente que percibimos que nos mueve a confiar en ella, que se asombra por los encantos que la vida nos da.
A la persona sencilla no la apabulla el dinero, la fama, las relaciones sociales, los apellidos rimbombantes. No se incomoda por no vestir ropa a la moda, no está pendiente de la marca y modelo de un carro. No trata de lucirse ante los demás.
No busca acaparar la atención, sabe hablar pero también callar, acepta y tolera a los otros. Es decir que evita ser crítica superficial y el chismorrear. Ella es ella, como es, busca vínculos humanos con la finalidad de honrarlos y trascender de sí misma a través de esta acción.
En la sencillez, la persona se expresa con un lenguaje claro, no realiza alarde de sus logros y alcances. Busca la serenidad dentro de la vida y trata de no hacer conflictos para sí misma o para los demás.
Considero que vivir con sencillez nos hace proclives a una mejor salud mental y a vivir la vida con un sentido mejor fundamentado. Sin embargo, cada vez se hace más difícil esta acción. Ya que la sociedad se ha ido alejando de lo humano y lo amoroso. Para dar mayor importancia a lo superficial, al poder y al dinero.
La persona sencilla no es prepotente, no lucha por posiciones de poder, sabe respetar a otras personas y así misma. Por lo cual se trata bien, pero suele tratar bien a los demás y ante todo, no sabe de humillar. Pretende vivir con dignidad y ofrece dignidad a los otros.
Para concluir deseo citar una frase de Gabriel García Márquez: “He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarseâ€.