El Procurador de los Derechos Humanos y organizaciones de la sociedad civil manifestaron su preocupación por la posible vinculación de grupos «oscurantistas y poderes paralelos», en el espionaje del que fueron objeto altos funcionarios de gobierno.
lahora@lahora.com.gt
El defensor del pueblo, Sergio Morales, calificó el hecho de «grave», y afirmó que esta situación «demuestra que en Guatemala existen controles y prácticas de grupos paralelos, que no están muy lejos del Estado, sino dentro del mismo».
Morales aseveró que este «tipo de controles», que demuestran la debilidad del Estado, deben cesar. También afirmó que estos acontecimientos abren el espacio de una depuración y búsqueda de otros hechos similares. «Hay que retirar todos esos aparatos ilegales que sirven para un control social», afirmó.
Miembros del Consejo Hemisférico del Foro Social de las Américas que se celebrará en Guatemala el próximo mes, consideraron que el espionaje descubierto en Casa Presidencial y otros sitios, debe analizarse desde varios aspectos.
Edwin Ortega, de la Coordinadora Sindical y Popular, consideró que la denuncia hecha por el presidente ílvaro Colom representa una gravísima muestra de la inseguridad y vulnerabilidad que atraviesa el país.
«Estos hechos deben investigarse. Se ha dado un paso firme con la acción del Gobierno, ya que estos grupos oscurantistas estén insertados en la misma estructura del Estado, por lo que desde ahí debe darse una solución para que la impunidad se derrumbe», puntualizó Ortega.
Las organizaciones sociales no descartan que en estos hechos estén involucrados sectores que tienen que ver con el narcotráfico y otros grupos que atentan contra la seguridad ciudadana.
Controles democráticos
La analista Iduvina Hernández, de Seguridad en Democracia, planteó la necesidad de garantizar y construir un sistema de controles democráticos a los servicios de seguridad e inteligencia en el país.
Según Hernández, esta situación representa «un grave riesgo para la seguridad del Presidente y la nacional, ya que bajo la acción y omisión de su propio jefe de seguridad y de su responsable de inteligencia hubiese habido mecanismos de espionaje».
Hernández también consideró que pese a que fueron descubiertos y localizados varios aparatos utilizados para vigilar a los funcionarios, «aún no se ha logrado desmantelar totalmente la estructura de espionaje».
La analista recordó que defensores y defensoras de Derechos Humanos, en reiteradas oportunidades señalaron y denunciaron ser víctimas de intervención en sus conversaciones telefónicas.
«Siempre hemos señalado que escuchan nuestros teléfonos, como sucede con los periodistas. Tenemos constancias de la intervención de nuestros teléfonos y hemos denunciado espionaje a nuestras comunicaciones de correo electrónico», enfatizó.