De acuerdo con la publicación hoy de un matutino guatemalteco, ílvaro Colom, presidente electo, buscará convocar una mesa de diálogo nacional. A ello, los partidos políticos y las organizaciones sociales señalaron que acudirían al llamado; sin embargo, el recuerdo de esas experiencias no es muy bueno, según comentan los entrevistados.
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Los partidos políticos, principales actores de la democracia guatemalteca, manifestaron la necesidad que existe del diálogo y del consenso. Sin embargo, señalan que más valen los resultados concretos que se obtengan de esa práctica. Pese a que no han recibido una invitación formal, varios partidos políticos coinciden que acudirían en caso fueran convocados.
Las organizaciones sociales también se sienten comprometidas a acudir al llamado para instalar mesas de diálogo con los sectores sociales y económicos del país; dirigentes sociales señalan malos resultados en intentos anteriores.
El presidente electo confía en la capacidad de operadores políticos para lograr la discusión; el vicepresidente electo, Rafael Espada y Juan Alberto Fuentes Knigt, próximo ministro de Economía, serían piezas clave en el proceso, Espada lo representaría como presidente del Gabinete social, y Fuentes lo haría en el tema económico-fiscal.
Consensos políticos
La convocatoria con los partidos políticos es, por demás, necesario; no sólo por el ejercicio democrático que representa, sino porque la Unidad Nacional de la Esperanza, futuro partido oficial, necesitará de los votos de otras bancadas para aprobar ambiciosos proyectos, como una reforma fiscal integral, uno de los puntos clave que Colom manifestó que desea adherir a ese diálogo nacional.
Arístides Crespo, del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), aseguró que asistirá al diálogo nacional, siempre que éste contribuya al desarrollo del país. La dirigencia del partido estudiará las propuestas del presidente electo para definir su postura, sobre todo dentro del Congreso, aunque para la próxima legislatura solo cuente con 14 diputados, sin embargo, debe tomarse en cuenta que la falta de una «aplanadora» trae consigo la necesidad de buscar consensos para cada proyecto.
Alfredo Vila, secretario general de la Gran Alianza Nacional (Gana), expresó que apoyará todos los proyectos que sean de beneficio para el país y por ello tienen especial interés en conocer los planteamientos del nuevo gobierno. «El diálogo siempre es necesario y cualquier esfuerzo que se haga hay que apoyarlo. Los resultados de los diálogos nacionales no han sido positivos pero hay que apoyarlos», reconoció.
Encuentro por Guatemala (EG) y su secretaria general, Nineth Montenegro, aseguran que no han tratado el tema con la dirigencia del partido, pero ven positivo el anuncio de un diálogo nacional y estudiarán su participación, aunque consideran que de ser invitados asistirán. «Personalmente creo que es una buena idea. Es positivo que se busque el diálogo, la concertación, las alianzas estratégicas y después de consultar con el comité ejecutivo (de EG) desde mi perspectiva considero que participaremos», declaró la parlamentaria.
La izquierda representada en el Organismo Legislativo con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), cuya dirigente, Alba Estela Maldonado, considera participar en el diálogo, pues según la diputada, la consulta es el origen de su partido y la mayor expectativa es el aporte sustancial que pudieran ofrecer por sus conocimientos en materia energética y fiscal.
«Nosotros tenemos una tradición; parte de nuestra historia ha tenido que ver con la creación de espacios para diálogo. Para los Acuerdo de Paz, durante muchos años hubo espacio para el diálogo, es decir que en principio creemos en la consulta y participaremos como un intento más de que Guatemala encuentre una vía en la cual nos sentáramos los diferentes sectores de la sociedad y encontráramos un punto en común», declaró Maldonado.
Historia de fracasos
Las mesas de diálogo entre Gobierno y grupos sociales han fracasado en el pasado a causa de los intereses particulares, según manifiestan los sectores indígena-campesino, ya que estas experiencias han tenido malos resultados en intentos anteriores.
Los representantes de estas organizaciones analizan que la intención de Colom se encuentra orientada a estimular la discusión de los temas considerados de urgencia como lo es el pacto fiscal, incremento a los fondos destinados a la inversión social, políticas energéticas entre otros.
Según Leocadio Juracán, dirigente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesina (CNOC), los diálogos convocados por las autoridades de Gobierno se han repetido históricamente en experiencias negativas; no obstante, el activista señala que están anuentes a responder a la convocatoria de Colom.
«Nosotros tenemos propuestas y las hemos planteado pero estas se han topado con los intereses de los grupos empresariales que en el transcurso de la historia han presionado influyendo en la toma de decisiones; nuestra preocupación al respecto sería que los intereses de esos grupos se antepongan nuevamente a los proyectos», apunta Juracán.
La Asamblea Nacional del Magisterio (ANM), uno de los sectores que más disintió con las decisiones de la administración actual y que a su vez protagonizó importantes movilizaciones, apoyará la convocatoria de Colom, según el dirigente magisterial Joviel Acevedo.
El diálogo y consenso nacional es importante para encontrar puntos de unión enfocados a resolver la problemática educativa y socioeconómica del país, apunta Acevedo. Este gremio espera la decisión de Colom en el nombramiento de quién dirigirá la cartera educativa.
El sector empresarial, a través del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), ya ha confirmado su participación en el diálogo nacional, luego de la reunión que su junta directiva realizara con Colom la semana pasada.
El tema de una reforma tributaria integral ocupa uno de los primeros puntos de la agenda de la UNE en el diálogo nacional. Los partidos políticos ven con reserva esta problemática, pues muchos de ellos prefieren conocer la propuesta del nuevo gobierno, antes de emitir juicio.
Mario Estrada, de UCN, sobre este respecto declaró «primero debemos conocer qué tipo de reforma tributaria van a proponer y dependiendo si es conveniente para el desarrollo del Estado y no perjudica a la población, nosotros consideraríamos apoyarla».
Nineth Montenegro y Alba Estela Maldonado coinciden en que la reforma propuesta debe basarse en los Acuerdos de Paz, donde se recomienda ampliar la base tributaria, a través de un aumento progresivo del Impuesto Sobre la Renta y no del Impuesto al Valor Agregado, con el fin de garantizar los ingresos del Estado.
Según Carlos Barreda del Colectivo de Organizaciones Sociales (Cos) en el tema del pacto fiscal los problemas que se han presentado en el pasado se encuentra en el poco involucramiento de los partidos políticos, razón por la que en su opinión se debe fortalecer la participación de los secretarios generales y jefes de bloque en el Congreso de la República.
Otro aspecto importante es la fuerza que ejerce el sector empresarial en las negociaciones, ya que cuentan con la capacidad técnico administrativa el cual en ocasiones presenta mayor poder de negociación que el mismo Estado, a esto se le suma la debilidad de los sectores sociales que no conforman un contrapeso significativo, señala.