Senado de EE.UU. aprueba 70 mil millones de dólares para las guerras


Nancy Pelosi, vocera del Congreso, institución que aprobó un millonario presupuesto para que Estados Unidos continúe la guerra. (Foto de archivo)

El Senado estadounidense finalmente cedió a las presiones de la Casa Blanca y aprobó a última hora de ayer un presupuesto de 500 mil millones de dólares para el 2008, que incluye 70 mil millones para las guerras en Irak y Afganistán.


El Senado aprobó con 70 votos a favor y 25 en contra el presupuesto, al que le agregó fondos extra para la guerra, luego que la versión que habí­a aprobado la Cámara de Representantes incluí­a sólo 31 mil millones de dólares para el conflicto en Afganistán y nada para el de Irak.

La versión finalmente aprobada en el Senado no incluye ninguna de las restricciones que los legisladores demócratas pretendí­an adherir a la entrega de fondos frescos para la guerra, como vincularla a un calendario para retiro de tropas estadounidenses de Irak.

Ahora la ley regresa a la Cámara de Representantes hoy, donde los legisladores deberán decidir si aceptan los fondos adicionales para la guerra agregados por el Senado. Si es aprobado, el presidente George W. Bush ya anticipó que promulgará el presupuesto.

De lo contrario, la Casa Blanca amenazó con vetar todo el presupuesto si no contiene dinero destinado a Irak.

Fue precisamente intentando evitar ese veto que los demócratas cedieron a la presión, para intentar dejar definido el presupuesto antes de fin de año. El último presupuesto caducó el 30 de setiembre.

«Obviamente, el financiamiento completo que pedimos en febrero es lo que necesitan las tropas, no solamente lo que quieren, sino lo que necesitan. Pero esto nos ayudará a pasar este periodo», dijo la vocera del presidente Bush, Dana Perino.

La oposición demócrata, que controla el Congreso desde 2006, intentó sin éxito utilizar su peso para imponer un calendario para el retiro de tropas de Irak, donde cerca de 4 mil estadounidenses han muerto desde que comenzó la invasión en marzo de 2003.

El lí­der de la mayorí­a demócrata en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, dijo a la cadena CNN que los legisladores habí­an aprobado inicialmente un paquete de 31 mil millones de dólares para la guerra en Afganistán, «para enfrentar al terrorismo y derrotar a los talibanes que, después de todo, es el lugar desde el que nuestro paí­s fue atacado y del cual, francamente, hemos distraí­do nuestra atención».

El presupuesto, además, financia entre otras cosas: la salud de los ex combatientes, los gastos de emergencia en seguridad fronteriza, la tarea de bomberos en la costa oeste sacudida por incendios forestales, la reparación de puentes e incluso destina fondos para las fuerzas de paz en Darfur.

El senador republicano Mitch McConnell, que introdujo la enmienda para agregar dinero para la guerra en Irak, dijo que la versión recibida en el Senado desde la Cámara de Representantes dejaba a las tropas desplegadas en ese paí­s sin financiamiento y elogió los avances militares realizados para controlar la violencia en Irak.

McConnell destacó que las tropas estadounidenses han tenido éxito en «mejorar la situación en seguridad en Bagdad y sus alrededores. Los ataques contra tropas estadounidenses han disminuido y las ví­ctimas civiles cayeron un 75%».

«Incluso aquellos que están en desacuerdo con esta guerra siempre han estado de acuerdo en una cosa: las tropas en el terreno no se quedarán sin los recursos que necesitan», agregó.

Sin embargo, el senador demócrata Edward Kennedy manifestó su oposición al plan republicano.

«Es un error que el Congreso le firme otro cheque en blanco al presidente para la guerra. Es obvio que el presidente Bush quiere llevar este proceso a rastras mes a mes, para entregarle su polí­tica para Irak al próximo presidente», indicó.