Más del 80 por ciento de los secuestros provienen de las diferentes cárceles del país, actualmente se ha identificado a seis bandas activas que operan desde los penales.
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Un informe policiaco al que tuvo acceso este vespertino, identifica a las organizaciones Agosto Negro, El General, El Canguro, El Marino, El Teniente y Vaselina, y las vincula con la mayoría de secuestros, pese a que los autores intelectuales guardan prisión en los diferentes centros carcelarios.
La banda que tiene mayor presencia e interacción con otras es Agosto Negro, dirigida por Rigoberto Morales Barrientos, alias Rigorrico, quien está recluido en el Centro Preventivo para Varones de la zona 18.
Las prisiones desde donde se suscitan estos ilícitos son el Centro Preventivo para Varones de la zona 18; la Granja Penal Pavón, en Fraijanes; la cárcel de máxima seguridad El Infiernito, en Escuintla; la Granja Penal Canadá, en Escuintla; y la Granja Penal Cantel, en Quetzaltenango.
La Banda Agosto Negro mantiene vínculos con El Canguro y El General, los miembros «importantes» de estas dos últimas están recluidos en la cárcel El Infiernito y Pavón; asimismo con las estructuras criminales El Marino y El Teniente, en El Infiernito y en el Preventivo de la zona 18.
Los reos con penas menores que son reclutados por Rigorrico en el penal, al salir de de la cárcel se convierten en operativos de la banda, reciben órdenes desde la prisión.
Los plagios de esos grupos se suscitan en Villa Canales, Villa Nueva, Santa Rosa, Jutiapa, Sacatepéquez, Chimaltenango, Escuintla, Quetzaltenango, San Marcos, Retalhuleu y la capital.
Según destaca el informe, la Banda Vaselina opera sola, cuenta con su propio grupo y logística, su área de operaciones abarca Coatepeque y la parte de tierra fría, su máximo líder se encuentra en Cantel, Quetzaltenango.
Las seis estructuras criminales no sólo cometen plagios y secuestros, además están involucrados en otros ilícitos, como el robo de vehículos y venta de drogas.
OPERACIONES
Aunque tienen identificada la estructura criminal, existe un escaso esfuerzo para desarticular las operaciones.
El Ministerio Público y la Policía Nacional Civil han coordinado traslados de cárceles de los líderes de estos hechos, sin embargo, los hechos criminales continúan registrándose bajo la dirección de los reos.
Estas personas, cuyas condenas varían según el delito que les pesa encima, integran un sólido «crimen organizado», lo cual les permite dirigir los secuestros con total impunidad.
Recientemente se anunció sobre la implementación del sistema de escuchas telefónicas, que será instalada formalmente en abril próximo, el cual busca combatir, especialmente, estos hechos.
Personal del MP y agentes de la PNC, serán quienes escucharán, grabarán, analizarán y trascribirán las llamadas que ingresen; el funcionamiento de esa unidad está contemplada en la Ley contra la Delincuencia Organizada.
De acuerdo con Hellen Mack, de la Fundación Myrna Mack, para que se logren desbaratar las bandas del crimen organizado es necesario que exista una adecuada coordinación entre MP y PNC, así como trabajo en equipo para obtener mejores resultados.
La profesional dijo que la relación entre ambas instituciones debe fortalecerse, porque de nada servirá el esfuerzo del Comando Antisecuestros por liberar a las víctimas, ya que los autores intelectuales están dentro de los centros carcelarios cometiendo los ilícitos y protegidos, porque las bandas que operan desde afuera son un pequeño porcentaje y no están bien estructuradas como las que están dentro de los presidios.
BíšSQUEDA DE SOLUCIONES
A inicios de este año, la directora de la institución policíaca, Marlene Blanco Lapola, anunció que cada lunes se reuniría con el Fiscal contra el Crimen Organizado, Rony López, esto para contrarrestar los flagelos de la inseguridad y el crimen.
Después de estas declaraciones, varias requisas fueron efectuadas en las diferentes cárceles del país, en donde hasta la fecha se han incautado armas, drogas, listados de extorsiones, entre otros.
De acuerdo con el Comando Antisecuestros, el año pasado se liberaron a 167 personas, los meses de mayor rescate fueron noviembre con 24, julio con 21 y septiembre con 19.
Se detuvieron a 69 plagiarios y fallecieron ocho secuestradores. Esta problemática afectó más en el Occidente del país, es decir Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango.
En lo que va de 2009, 27 víctimas han sido liberadas, 18 en el mes de enero y 9 en febrero, los departamentos más afectados han sido Quiché, Escuintla, Sacatepéquez y Quetzaltenango.
Además, 28 personas han sido capturadas, 9 en enero y 9 en febrero; se han desarticulado a cuatro bandas de secuestradores y han muerto dos plagiarios en enfrentamiento con el Comando Antisecuestros.
Aunque el informe policial no destaca cuantas personas han muerto a manos de sus victimarios.