Uno de los acontecimientos más importantes en el campo de la comunicación colectiva a nivel internacional, lo constituye el sexto aniversario de la fundación de Telesur, que se celebró el pasado domingo 24 de julio, y que coincidentemente también es la fecha en que se conmemoraron los 228 años del nacimiento de Simón Bolívar, El Libertador.
Telesur, es la cadena multiestatal de televisión que tiene su sede principal en la ciudad de Caracas, Venezuela, cuyo slogan es: “Nuestro norte es el surâ€.
En los pocos años que lleva al aire, se ha convertido en la pionera de un extraordinario esquema de televisión que con una novedosa y amena programación, está rompiendo el muro de la manipulación que caracteriza a los medios occidentales.
Telesur, es el sinónimo de 24 horas de información continua en español, con un equipo humano muy profesional en sus estudios centrales, y una extensa red de corresponsales en todas las regiones de nuestro planeta.
Esta poderosa herramienta de comunicación, ha estado presente en momentos históricos del acontecer mundial, como por ejemplo el golpe de Estado militar y empresarial en Honduras el 28 de junio del año 2009, mediante el cual fue derrocado el legítimo presidente Manuel Zelaya Rosales. Mientras que otras cadenas internacionales, favorecían el manotazo castrense y le ocultaban al mundo la realidad de lo que allí sucedía, Telesur difundía la verdad de los hechos.
Uno de los principales atractivos de esta cadena, es que no tiene anuncios publicitarios, y por tanto su información no está amañada ni responde a los intereses del gran capital.
Además de sus noticieros que se transmiten cada hora, cuenta con una brillante producción de documentales, que indudablemente son una valiosa contribución para robustecer el conocimiento de los teleespectadores sobre el pasado y presente de nuestros pueblos.
Probablemente el mayor aporte de Telesur, es que ha desmontado la manipulación mediática de las cadenas noticiosas transnacionales. Hay muchos ejemplos, pero el más reciente es que puso al desnudo las mentiras que se tejían sobre el conflicto en Libia, cuyo origen es una cobarde agresión de las potencias imperialistas como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, para apoderarse de los enormes yacimientos petroleros de ese país del norte de ífrica, de sus extensos mantos de agua potable, así como de sus cuantiosas reservas monetarias internacionales.
Al saludar a los colegas de Telesur, es justo reconocer que con su admirable trabajo están haciendo realidad el pensamiento de José Martí, el Apóstol de la Libertad de Cuba, en el sentido que “la palabra se hizo para decir la verdad, y no para ocultarlaâ€.