El 1 de enero del 2007, se cumplieron seis años de la dolarización de El Salvador, medida adoptada por el entonces mandatario Francisco Flores, lo cual ha merecido tanto críticas como elogios.
A pesar de que ya son seis años de la dolarización, aún persisten opiniones en contra y a favor de este proceso. Pero es sobretodo la población salvadoreña la que ha debido adaptarse al proceso, del cual ya tenía cierta práctica, cuando unos años antes de la dolarización, debían hacer tortuosos cálculos para convertir los colones a dólares, o viceversa.
La Ley de Integración Monetaria fue la que decretó la dolarización, y que cobró vigencia el 1 de enero del 2001. Antes de ello, era común ver a los salvadoreños con tablas de conversiones entre colones y dólares. Asimismo, se habían vuelto muy hábiles para pagar en dólares y recibir el vuelto en colones, o tener en la punta de la lengua el precio de las mercancías, tanto en dólares como en colones.
Sin embargo, se pensaba que cuando se regresaba el vuelto en colones, a una transacción realizada en dólares, la entonces moneda salvadoreña servía únicamente para «tirarlas» a las fuentes de los centros comerciales.
Se quiera o no, la dolarización marcó una etapa de la vida salvadoreña. Desde entonces, el Banco Central de Reserva de El Salvador, puso en circulación todas las reservas en dólares que se tenían, más de los 450 millones de dólares, y se estableció un cambio fijo de 8.75 colones por cada dólar. Hoy día, es difícil encontrar colones en las calles de El Salvador.
La ley permitía el compartimiento de ambas monedas, tal como era su práctica hasta entonces, pero poco a poco los colones empezaron a dejar de circular, y el dólar ha sido la única moneda presente hasta el momento.
Pero esta dolarización ha tenido sus detractores, empezando por el FMLN, partido de izquierda de El Salvador, principalmente a la devaluación que ha tenido la economía salvadoreña a la entrada en vigencia formal del dólar.
Hoy día, en la teoría el colón sigue estando a 8.75 con respecto al dólar, aunque en la práctica no existan más colones. Sin embargo, si se calcula el cambio del dólar con relación con otras economías de Centroamérica, con referencia a los productos y mercaderías, la canasta básica en El Salvador está más devaluada, por lo que se supone que el valor real del colón es mucho más bajo de lo establecido.