La segunda vuelta de la presidencial en Timor Oriental el 8 de mayo se dará entre el actual primer ministro José Ramos-Horta y el candidato del partido mayoritario en el Parlamento, según resultados aún parciales anunciados el miércoles y cuestionados por cinco de ocho candidatos.
Después del cómputo de la mayoría de los sufragios de la votación del lunes, José Ramos-Horta obtiene 22,6% de los votos, detrás de Francisco Lu-Olo Guterres, candidato del Fretilin (mayoría), con 28,79%, anunció la Comisión nacional electoral.
«El resultado más probable es que Ramos-Horta estará en la segunda vuelta», indicó el portavoz de la comisión, Martinho Gusmao.
Ramos-Horta, premio Nobel de la paz, es un allegado al jefe del Estado, el ex guerrillero independentista Xanana Gusmao, a quien le gustaría en algunos meses verse convertido en Primer Ministro.
Guterres representa por su parte al Frente revolucionario de Timor oriental independiente (Fretilin), de inspiración marxista, que simboliza la lucha por la independencia de los timorenses orientales.
Guterres puede apoyarse en la implantación del Fretilin en el país, ex colonia portuguesa ocupada durante 24 años por Indonesia (1975-1999).
De su lado, Ramos-Horta reúne los sufragios de los decepcionados por la antigua dirección del Fretilin, representada por el ex primer ministro Mari Alkatiri, bajo cuya gestión se produjeron violencias que dejaron 37 muertos y miles de desplazados.
En caso de confirmarse la configuración de esta segunda vuelta, sería una victoria para los candidatos establecidos y una derrota para Fernando «Lasama» de Araujo, presidente del Partido Democrático (oposición), que contaba representar la renovación frente a los postulantes en el poder.
Probablemente eliminado, De Araujo, junto a cuatro pequeños candidatos, hizo una denuncia oficial por irregularidades y solicitó se suspenda el escrutinio.
«Pedimos a las autoridades que cesen inmediatamente el escrutinio de los sufragios», escriben los candidatos en una carta y en la que denuncian «un clima de intimidación y de terror durante la votación».
También acusan a «miembros del gobierno» de haber intervenido en las oficinas de votación y afirman que numerosos sufragios emitidos no corresponden al número de electores inscritos.
En consecuencia, los candidatos exigen un nuevo conteo de los votos, esta vez en presencia de los ocho candidatos a la presidencial.
«Sean cuales fuesen los resultados, pienso que todos debemos respetarlos y trabajar para que el comicio sea aceptado pacíficamente», declaró Ramos-Horta.
Ramos-Horta afirmó que no cuestionará la elección en caso de no pasar a la segunda vuelta.
La elección presidencial para designar al sucesor del actual jefe del Estado Xanana Gusmao, hizo temer que se produjesen nuevos actos de violencia en este pequeño país de un millón de habitantes.
El año pasado se produjeron enfrentamientos que dejaron 37 muertos y 150.000 desplazados, lo que determinó el envío de una fuerza internacional de mantenimiento de la paz.
Ocho candidatos se disputaban los votos de medio millón de electores.