La canciller conservadora, Angela Merkel, y los líderes del partido ecologista Los Verdes, se reunieron hoy en Berlín por segunda vez para estudiar una posible coalición de gobierno, en medio de un clima de gran escepticismo.
Los dos partidos intentan acercar posiciones de cara a una posible ronda de negociaciones para formar el que sería un gobierno de coalición inédito a nivel federal en Alemania.
«Estas reuniones de sondeo tienen el objetivo de encontrar si existe posibilidad alguna de formar coalición», explicó hoy el primer ministro de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann.
Tras la segunda reunión de Merkel ayer durante ocho horas con su otro posible socio, el Partido Socialdemócrata (SPD), los líderes ecologistas creen que ni el SPD ni la Unión -formada por la CDU y su socio bávaro, la Unión Cristianosocial (CSU)- están poniendo las cosas fáciles a la hora de negociar.
El candidato de Los Verdes en las elecciones del 22 de septiembre, Jürgen Trittin, avanzó hoy que también habrá una negociación igual de intensa con ellos en temas como un salario mínimo por ley, algo rechazado por los conservadores, que abogan por mantener la autonomía salarial.
«Vamos a trabajar muy profundamente sobre el contenido», afirmó el copresidente de la fracción parlamentaria de Los Verdes Anton Hofreiter.
Mientras, su compañera al frente de la fracción ecologista, Katrin Göring-Eckardt, se toma también muy en serio las negociaciones con la Unión. «Tengo curiosidad por la segunda ronda y naturalmetne estoy abierta a posibles sorpresas», declaró a la revista alemana «Der Spiegel» poco antes del inicio de las conversaciones.
A pesar de lo inédito de esta posible formación de gobierno, la canciller alemana insistió desde el primer momento en que no se trata de un juego para presionar a los socialdemócratas, sino que se toman en serio el posible gobierno de coalición con los ecologistas.
Los Verdes acuden al encuentro con Merkel en un momento en que están inmersos en una renovación del partido tras su reciente fracaso en su intento de desalojar junto con los socialdemócratas a Merkel del poder.
El partido se reunirá el viernes en un congreso extraordinario para elegir a la cúpula y dar la vuelta a una agrupación que llegó a formar un gobierno de coalición con el SPD entre 1998 y 2005.
En las elecciones de septiembre sólo consiguieron recabar un 8,4 por ciento de los votos, más de dos puntos por debajo de su resultado de 2009 (10.7) y pasaron a ser la cuarta fuerza del Parlamento, por detrás de La Izquierda.
Los expertos señalan como una de las causas de este fracaso electoral la batalla interna que vive desde hace años el partido entre su ala más pragmática y centrista (los conocidos como «Realos») representada por Göring-Eckardt, y su ala más ortodoxa y de izquierdas, representada por Trittin.