Cuando alguien actúa en forma indebida, es un perverso; cuando tú lo haces, es porque estás un poco nervioso.

Si es inflexible en sus decisiones, es un obstinado; si tú lo eres, solamente estás demostrando tu firme carácter.

Si le disgustan tus amigos, consideras que tiene muchos prejuicios; si a ti te disgustan los suyos, simplemente tienes un buen criterio sobre la naturaleza humana.

Si trata de complacerte, es un adulador; si tú lo haces, estás demostrando tacto y cortesí­a.

Si practica el ahorro y la austeridad, es un avaro; si tú lo haces sólo demuestras cautela en tus gastos.

Si encuentra defectos en lo que tú haces, está loco; si eres tú quien lo censura, solamente muestras buen discernimiento.

Si le gusta conversar, es un charlatán; si tú lo haces, es porque dominas cualquier tema.

¿Qué ceguera es más grave? ¿La de

la paja en el ojo ajeno o la de la

viga en el propio?