Los candidatos a la presidencia de Colombia, el oficialista Juan Manuel Santos y el independiente Antanas Mockus, prometen seguir la política de seguridad de ílvaro Uribe, pero también desean mantener la de crecimiento económico, que le ha puesto una «cara bonita» a este país.
Desde 2002, cuando asumió por primera vez la presidencia, el gobierno de Uribe logró llevar a Colombia a tasas de crecimiento de 7% a 7,5%, como ocurrió entre 2006 y 2007, gracias a una política económica basada, según él mismo, «en la confianza».
Confianza para atraer la inversión extranjera directa que entre 2002 y 2009 pasó de 2.100 millones de dólares a 7.201 millones, gracias, entre otros aspectos, a la consolidación «de normas para garantizar la estabilidad en las reglas de juego al inversionista extranjero», de acuerdo con el gobierno.
Para Gonzalo Palaú, de la Facultad de Economía de la Universidad de El Rosario, de Bogotá, la estrategia de atracción de la inversión extranjera fue fundamental para fomentar la actividad en minería y petróleo, que a su vez permitieron un notorio incremento de las exportaciones.
Así, según el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, Colombia pasó de vender 12.000 millones, en 2002, a 33.000 millones en 2009, y se prevé que al finalizar 2010 las exportaciones cierren en cerca de 40.000 millones de dólares.
El incremento en las ventas externas –impulsado por sus principales productos de exportación, el petróleo y el carbón, que se han visto favorecidos por los altos precios externos y una mayor producción interna– tuvo también que ver con una serie de políticas puestas en marcha por el gobierno.
Entre ellas, destaca la apertura de nuevos mercados como resultado de acuerdos comerciales; la reducción de trámites relacionados con el comercio internacional y las nuevas condiciones del país para atraer inversión extranjera, como una reforma de flexibilización laboral.
El registro de ventas al exterior habría aumentado aún más, de no ser por la caída de las exportaciones a Venezuela, que pasaron de 6.000 millones de dólares en 2008 a 4.000 millones en 2009, tras la decisión del presidente venezolano Hugo Chávez de «congelar» las relaciones entre los dos países.
Para el experto en geopolítica Juan Carlos Eastman los resultados económicos del gobierno de Uribe se derivan de la política de «seguridad democrática» que éste ha adelantado.
Esa política basada en «el fortalecimiento de la identidad entre las Fuerzas Armadas y la sociedad, con un trabajo más centrado en la recuperación de la confianza para los integrantes de la fuerza pública» incidió la inversión y el turismo, según Eastman.
En este último sector, el número de visitantes extranjeros a Colombia pasó de 1,1 millones en 2002 a 2,5 millones en 2009, con un aumento porcentual que incluso superó el promedio mundial, según el ministerio de Comercio.
Bajo el lema: «El riesgo es que quieras quedarte», el turismo pasó de generar 1.237 millones de dólares en 2002, a 2.663 millones en 2009, según cifras oficiales.
Para Eastman, «la política económica fue ejecutada en función del capital transnacional, obligando a los sectores tradicionales a modernizar sus organizaciones, prácticas de negocios y formación de personal en todos sus niveles, para adaptarse a las nuevas condiciones de competencia empresarial». Sin embargo esa política «deja como legado una ostentosa concentración de la riqueza, una situación laboral desestabilizante con desempleo de 12%, además de preocupantes desequilibrios en la economía», agregó el analista.