SECUELA DE CRISIS DE SALUD


Los pacientes tení­an que acudir seguido a los hospitales para lograr el sello de cambio de cita.

Según la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH), en un estudio posterior se verificará la cantidad de afectados y muertos por la falta de atención en los hospitales, no obstante, algunos hablan de números.

Juan Garcí­a
jgdeportes@lahora.com.gt

No quedó un registro de la cantidad de ciudadanos afectados por la falta de atención en las consultas externas de la red hospitalaria del paí­s, no obstante, se estima que la secuela quedará grabada en la mente de cientos de guatemaltecos.

Así­, en los cinco meses (comenzó el 9 de julio) que duró la lucha sin cuartel entre el Ministerio de Salud Pública y los médicos residentes de los 31 nosocomios que apoyaron la demanda de medicinas e insumos médicos (ver recuadro «los términos»), se escuchó el informe de al menos seis fallecidos por falta de atención médica.

El pasado 9 de septiembre, los galenos del San Juan reportaron el deceso de seis internos que por la falta de respiradores mecánicos y espacio en la sala de cuidados intensivos dejaron de sobrevivir.

Según manifestó en aquella ocasión Sergio Rivas, miembro de la Comisión Interinstitucional Médica, la defunción de los seis individuos quedó documentada en la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH), «y está claro que ha sido por la falta de equipo médico», sentenció en aquel entonces Rivas.

Suicidio por falta de medicamento

El recién pasado 15 de noviembre, a eso de las 7:00 horas, Carmen Flores Samayoa, de 34 años, se lanzó del puente El Incienso junto a su pequeña hija de 2 años, Angelina Noemí­.

Según explicó la madre de la suicida, Ovidia Samayoa, su hija sufrí­a de trastornos mentales y desde hací­a ocho años la sicóloga Ileana Morales la trataba por psicosis posparto en el hospital de salud mental de la zona 18.

Oliva reseñó que a raí­z de que no se le proporcionó la medicina, el ánimo de su hija se vio afectado.

Debido a la crisis hospitalaria, Carmen cumplí­a cuatro meses de no recibir el tratamiento médico.

Pérdida de tiempo y recursos

La situación hospitalaria también causó pérdida de tiempo y dinero entre pacientes que de cita en cita se aprestaban a hacer largas colas para la renovación del control médico.

A algunos, provenientes del interior de la república, se les podí­a observar desde la madrugada en las entradas de las consultas externas de los hospitales San Juan de Dios y Roosevelt.

«Yo vengo con mi padre desde lejos y éstos (los facultativos) no hay manera de que le atiendan. Su tratamiento se vio interrumpido porque las medicinas que está tomando nada más se venden con receta», comentó Hortensia Ruiz, una de las damnificadas.

«No tenemos dinero para pagar la consulta de un doctor particular y menos las medicinas que pueda recetar», agregó.

«Tuve un accidente en motocicleta y me quedó fractura en un brazo y una pierna, pero tengo que conseguir dinero para que un médico privado me pueda quitar los yesos», contó Alfredo Alvarado, otro perjudicado.

Continuarán apoyando

Pese a que el Congreso no aprobó la ampliación presupuestaria al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, que ascendí­a a dos mil 358 millones, 451 mil 499 quetzales, existe consenso en los diferentes bloques parlamentarios para aprobar transferencias a esa cartera.

El diputado Mario Vásquez, del Partido de Avanzada Nacional, PAN, dijo que su bancada apoyará toda iniciativa orientada a otorgar recursos a los renglones de Salud, Educación y Seguridad.

Por su parte, el congresista Roberto Késtler, de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, afirmó que los hospitales necesitan recursos para brindar atención médica a los guatemaltecos, por lo cual apoyarán la readecuación de ese presupuesto.

La diputada Roxana Baldetti enfatizó que la bancada del Partido Patriota, PP, trabaja en la readecuación de recursos orientados a ofrecer medicinas, equipo y servicio médico en más de 33 hospitales del paí­s.

El presupuesto del 2007 asciende a la suma de Q37 mil 700 millones, en los cuales están incluidos los recursos al Ministerio de Salud.

No se atendió a miles cada dí­a

Para Sergio Rivas, miembro de la Comisión Interinstitucional Médica, a nivel nacional cada dí­a se dejó de atender a 2 mil 700 pacientes en los hospitales más grandes del paí­s.

Se documentó la muerte de seis pacientes por falta de equipo médico, «aunque no quedó escrito el motivo de la verdadera causa de las muertes, se registró como por falta de equipo quirúrgico y problema de trauma encefálico en cada interno», observó Rivas.

Sin embargo, Rubén Mazariegos, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Salud Pública del San Juan de Dios, fue más allá del dato de los afectados por la falta de atención, pues estimó que cada dí­a a nivel nacional se dejó de atender a 10 mil enfermos.

«La gente con enfermedades crónicas tuvo que buscar otras alternativas para sanear su salud. Los enfermos de la unidad de traumatologí­a, cirugí­a y medicina interna dejaron de recibir las recetas. Los diabéticos no percibieron más la insulina, por lo que se jugó con la vida de ellos, ya que a algunos no se les inyectó más la dosis recomendada para paliar este mal», expuso Mazariegos.

«El paciente quedó atrapado como un sandwich, en medio de la controversia de la cartera de Salud y los galenos. Fueron ellos (los enfermos) los únicos perjudicados», enfatizó el sindicalista.

Sin sustentación legal

A decir de Rolando Yoc, jefe de la unidad de incidencia en polí­ticas públicas de la PDH, no existe un registro claro de las muertes y perjudicados que pudo haber causado el paro de las consultas externas.

Según expuso, la Procuradurí­a de los Derechos Humanos no puede emitir un juicio de números de afectados y fallecidos porque no cuenta con la sustentación legal.

«La afirmación de algo no sustentable es muy atrevido, esto será para un estudio posterior, donde se pueda constatar la cantidad exacta de los perjudicados», resaltó Yoc.

Se podrí­a afectar a más

Debido a que el problema de salud no ha quedado resuelto en su totalidad, en parte debido a la no aprobación del incremento del presupuesto a esa dependencia para el año entrante, varios de los consultados coincidieron en que la dificultad en los hospitales podrí­a repetirse en el 2007 y por tanto, afectar a más guatemaltecos.

«El problema no se ha resuelto. El servicio total en los hospitales se aperturó porque se amenazó con acciones legales. No importa de cuántos muertos se hable, con uno que se haya dado es suficiente como para poner las barbas en remojo», se extendió Mazariegos.

«El mandatario de la Nación está por firmar el acuerdo que deja sin efecto la intervención del Roosevelt; se espera que esto se dé a no más tardar el próximo viernes», relató Yoc.

«Ya se han normalizado 26 centros asistenciales y se espera que los restantes cinco lo hagan en los siguientes dí­as. No se solucionó la crisis. No se trata de estar satisfechos. Lo que quedó fueron compromisos y desafí­os para poner a prueba el aspecto tan importante de la salud», siguió exponiendo Yoc.

«La normalización de las consultas externas no es sinónimo de que la precariedad de los hospitales sea resuelta. Con un déficit en el presupuesto de salud, ya para el otro año se entrará con 91 deudas que cancelar, por lo que la crisis será recurrente», vaticinó el titular de incidencias polí­ticas de la PDH.

«La principal causa del mal hospitalario es y continuará siendo el bajo presupuesto a la salud. Para el 2007 no se aprobó los 1,300 millones, por lo que se seguirá trabajando con el 0. 78 por ciento del Producto Interno Bruto asignado. Si se continúa con el mismo presupuesto, la dificultad se repetirá el otro año», coincidió Rivas.

«De parte de los profesionales de la medicina interna de los hospitales no hubo satisfacción. Aunque no debe pasarse por alto ciertos logros, como el de dar a conocer a la ciudadaní­a la crisis de salud que atraviesa el paí­s, además se obtuvo cierto equipo quirúrgico médico», refirió el doctor Rivas.

Mientras tanto, el Grupo de Apoyo Mutuo presagió un negro futuro para este sector por el retroceso porcentual, en relación a la asignación presupuestaria.

«Ya que para el 2007 se asignó el 0.81 por ciento del PIB, siendo inferior a lo que inicialmente se pactó en 1996, cuando se tení­a el 0.96 por ciento del PIB», señaló en su momento el GAM.

«En ese cuadro se puede observar cómo durante la administración Berger la asignación al gasto en educación sufre los mayores retrocesos, poniendo en evidencia la poca importancia que este gobierno le da al sector salud», indicó el GAM.

Los términos

En su momento (20 de septiembre), los profesionales de la medicina requirieron el cese de la intervención del hospital Roosevelt, la destitución de los directores médicos de los hospitales San Juan de Dios, Quetzaltenango y Jalapa y que se cumpliera un programa de abastecimiento de medicinas y otros insumos médicos, así­ como la ampliación del presupuesto de salud para el año entrante.

Informe de verificación de la PDH de 81 pacientes (20 de septiembre) para ser operados en el hospital Roosevelt

Dicho documento asegura la muerte de tres pacientes, desglosado de la siguiente manera:

A) Intervenidos quirúrgicamente: Sesenta

B) Tratamiento conservador: Doce

C) Egreso Previo al Amparo: Doce

D) No tiene Informe del Tratamiento: Uno

E) Ingresado pendiente de tratamiento: Uno

F) Fallecidos: Tres