La desaceleración económica causó la pérdida de 79 mil empleos en el sector privado estadounidense en junio, según la consultoría de recursos humanos ADP, cuyas cifras, peores que las previstas, presagian preocupantes datos oficiales de empleo.
Tras una recuperación en mayo, con la creación de 25 mil puestos de trabajo (cifra corregida a la baja), el empleo en el sector privado pareció derrumbarse en junio, según el estudio mensual de ADP dado a conocer ayer.
Todos los sectores cayeron, incluyendo, por primera vez desde 2002, los servicios (-3 mil). Todas las empresas de 50 empleados o más se vieron afectadas. En total, la supresión de empleos fue cuatro veces mayor que la previsión de consenso de los analistas (-20 mil).
Hoy debe publicar sus cifras el Departamento de Trabajo, que tomará en cuenta todos los empleos no agrícolas. El consenso de los analistas es de una pérdida de 60 mil empleos, tras -49 mil en mayo.
«Aunque la investigación de ADP no prevé con mucha precisión los cambios en el mercado de empleo» en los últimos meses, «la importante baja de sus previsiones nos advierte de que las cifras de empleo para junio pueden ser débiles», comentó el economista independiente Joel Naroff.
Zach Pandl, economista del banco Lehman Brothers, indicó que preveía la pérdida de 75 mil puestos de trabajo, con una ligera declinación de la tasa de desempleo (5,4% después de 5,5% en mayo). Si las cifras resultan peores que lo previsto, «aumenta el peligro de una dinámica industrial negativa y de un reflujo rápido de los gastos de consumo», agregó Pandl.
A la inversa, cifras menos malas serían «positivas para la economía», dos tercios de la cual dependen del consumo. Pero «globalmente el mercado de empleo presenta un aire muy débil», aun cuando el cuadro parece menos sombrío que en la precedente recesión de 2001.
El economista Robert Brusca, de FAO Economics, espera una caída del número de empleos «de hasta 100 mil» en julio.
Según la consultoría de recursos humanos Challenger, Gray & Christmas, «la economía puede seguir registrando pérdida de empleos durante algunos meses, pues amplios sectores siguen despidiendo en un contexto de alza de costos y de una baja de los gastos de consumo».
Por el momento, John Challenger, presidente de esta consultoría, estima que la desaceleración debe ser mucho menos costosa en términos de empleo que la última recesión estadounidense, «gracias al hecho de que las empresas están de hecho más atentas a las contrataciones tras la sensible baja de los valores de internet» en los últimos meses.
Las cifras de ADP muestran que, como ocurre desde hace varios meses, la construcción y las finanzas se ven particularmente afectadas.
El sector de construcción acumuló la pérdida de 349 mil empleos desde agosto de 2006, 34 mil de las cuales en junio. El sector financiero, impactado de lleno por la crisis de los créditos subprime perdió 3 mil empleos en junio.
El sector industrial perdió 76 mil empleos, 44 mil de los cuales en el sector manufacturero, se trata, respectivamente, del 19º y del 22º mes consecutivo de baja para el empleo en estos dos sectores, respectivamente.
En las grandes empresas, con 500 trabajadores o más, se perdieron 51 mil empleos, y en las empresas medianas (entre 50 y 499 empleados) bajaron en 35 mil puestos. El empleo sólo aumentó en las pequeñas empresas ( 7 mil).
En compensación, los analistas se vieron gratamente sorprendidos por las cifras de pedidos industriales de Estados Unidos en mayo, cuando aumentaron 0,6% con relación a abril tras un crecimiento de 1,3% (corregido a más) el mes anterior, anunció ayer el Departamento de Comercio.
Esta cifra supera levemente la expectativa de los analistas, que preveían un crecimiento de 0,5%.