Se va H.L. Ou de Guatemala, un gran amigo taiwanés


Pocos son los diplomáticos cooperantes y amplios en sus relaciones que vienen a nuestro paí­s como titulares de embajadas que son acreditadas ante los gobiernos de turno.

Marco Tulio Trejo Paiz

Entre dichos diplomáticos, que incluso han llegado a ser considerados buenos amigos, podemos mencionar al doctor Francisco H.L. Ou, quien ha ejercido durante varios años ya sus importantes funciones y, según sabemos, está por ocupar el cargo de canciller de la República de China con sede en Taiwán, el bello Taiwán que constituye todo un baluarte de la libertad en el sudeste asiático.

Tuvimos el honor de conocer al doctor H.L. Ou desde el inicio de sus labores en nuestro paí­s, por haber concurrido a una cena que gentilmente ofreció a la prensa nacional en uno de los elegantes restaurantes de la localidad, acto que, en realidad, fue un significativo convivio que valió para anudar nexos de cordialidad entre el culto diplomático y numerosos elementos del Cuarto Poder.

El nuevo embajador del «pequeño gigante asiático» -Taiwán- fue en tal oportunidad, podemos decir, un libro abierto para sus invitados e infundió confianza para conversar de la vida real de los pueblos, incluso para los «chispazos» eutrapélicos que se estilan en el hospitalario ambiente taiwanés y en el de Juan Chapí­n…

El doctor H.L. Ou ha estudiado el castellano y, por haber sido representante de su patria en más de un paí­s de la América del sur, ha aprendido y practicado el idioma de Cervantes, tanto es así­ que lo habla como cualquier guatemalteco o, si se quiere, mejor.

A lo largo de los años de sus actuaciones como titular de la embajada de su patria taiwanesa en esta «Tierra del quetzal y de la eterna primavera», el doctor H.L. Ou ha sido exitoso en su desempeño, pues ha estrechado los lazos de amistad que felizmente unen a Guatemala con la libertario-democrática República de China. Es más, por sus influyentes gestiones y, también, por sus iniciativas, nuestro paí­s ha recibido muy valiosa ayuda para impulsar su desarrollo en varios aspectos, especialmente respecto de la industria, de la agricultura, del comercio, del turismo, del sistema vial y de la cultura.

La representación diplomática de Taiwán cuenta con un equipo de asesores que, indudablemente, ha contribuido a lograr óptimas realizaciones en general, de positivo beneficio para China Libre y, desde luego, para Guatemala. Puede decirse, simbólicamente hablando, que ambos estados se están dando un fuerte y sincero abrazo de los mejores amigos imaginables.

Nos parece digna de mención la constante actividad del consejero de prensa de la representación diplomática de referencia, señor Pedro J. S. Lee, quien ha cultivado y fortalecido los lazos de amistad con los periodistas y, a la vez, ha dado fluencia a la interesante información de la embajada y a la que procede directamente de Taiwán.

Personas como el doctor H.L. Ou honran a las naciones representadas con sus relevantes méritos de importantes actividades.

Sin duda alguna, el dinámico diplomático que está por volver a su próspero paí­s isleño dejará un vací­o que se hará sentir aquí­, pero es deseable que en cualquier ocasión que sea propicia nos visite oficialmente o privadamente en lo personal, y puede estar seguro de que en los diversos cí­rculos de nuestra sociedad se le dará cordial bienvenida.

No dudamos que el doctor Francisco Ou seguirá contribuyendo, al frente de la Cancillerí­a, mediante sus actuaciones en lo nacional y en lo internacional, al engrandecimiento de la admirable y envidiable República de China, con asiento en Taiwán. Y ¡ojalá! que sus servicios sean asimismo provechosos para este suelo centroamericano. ¡Que así­ sea!

No nos resta sino decir ¡adiós! o ¡hasta luego! al dilecto amigo de Guatemala. ¡Que tenga una feliz travesí­a y le auguramos una abundante cosecha de éxitos!