Se va afinando la carpintería


Oscar-Marroquin-2014

Lo que empezó con una especie de queja porque nuestra Constitución no permitía reelegir a Otto Pérez y Baldetti para la Presidencia y Vicepresidencia de la República, entonada por el Presidente del Congreso, ha ido tomando forma poco a poco y ya se puede ver que el trabajo de carpintería inicial está terminado. De momento no es reelección de lo que se hablará, sino de la reforma de un artículo no pétreo, que de hecho ya fue reformado en tiempos de Ramiro de León Carpio, que regula la duración del mandato.

Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt


Ayer el Presidente dio detalles, al decir que él cumplirá la ley y que cuando dijo que no estaría ni un día más en el poder de lo que diga la ley se refiere precisamente a ese artículo que establece el período de cuatro años, que quieren ampliar a seis. Recordó que el mismo ya fue modificado para reducir el período de cinco a cuatro años y, según él, se aplicó a quien estaba en el poder, lo cual no es cierto porque Ramiro De León Carpio terminó el período de cinco años de Serrano. Eso le permitió a Otto Pérez ser Jefe de Estado Mayor Presidencial durante dos años y casi ocho meses. La reducción del período se aplicó cuando convocaron a la siguiente elección que fue para elegir presidente para un período de cuatro años.
 
 Desde luego no es lo mismo una reforma constitucional para reducir el mandato que para prolongarlo en beneficio de quienes están en el poder. Y de todos modos, la reforma para ampliar el período al gobernante de turno entra en colisión directa con la Constitución que tiene abundantes apartados designados a prohibir cambios en “toda cuestión que se refiera a la forma republicana de gobierno, al principio de no reelección para el ejercicio de la presidencia de la República, ni restársele efectividad o vigencia a los artículos que estatuyen la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República, así como tampoco dejárseles en suspenso o de cualquier otra manera variar o modificar su contenido”.
 
 El Presidente y Vicepresidente en ejercicio fueron electos de acuerdo al texto que literalmente dice que lo son “para un período improrrogable de cuatro años”. En otras palabras, si tuviéramos una Corte de Constitucionalidad confiable no habría motivo de preocupación porque la intentona nacería muerta, toda vez que ese mandato, el que le dio el pueblo al mandatario, es improrrogable, lo cual no requiere análisis jurídico ni explicaciones. Pero la alarma es fundada porque no tenemos ese tipo de Corte de Constitucionalidad y se puede esperar prácticamente cualquier cosa.
 
 Como que en pleno mundial, cuando la gente esté más preocupada por lo que hagan Neymar, Messi o Ronaldo, mientras se celebra el final de algún partido, nuestros diputados logren la misma mayoría absoluta que hay para aprobar préstamos o beneficios en la ley de telecomunicaciones, haciendo la reforma y convocando al pueblo a la Consulta Popular, misma que esperan nutrir con la movilización que hagan los caciques en cada municipio y departamento, aprovechando la indiferencia de la mayoría, para dar el carpetazo. Eso piensan los ebanistas a cargo de la carpintería.