Se reanuda transporte de ganado


Posturas. Activistas realizaron protestas contra la matanza de ganado.

Camiones de ganado empezaron a circular el jueves por la mayor parte de Gran Bretaña tras el levantamiento parcial de la prohibición de traslado de animales por la aparición de nuevos brotes de fiebre aftosa.


La prohibición general de movimientos de ganado fue puesta en marcha después de que el viernes se confirmó la aparición de un primer brote de fiebre aftosa, al que siguió un segundo foco declarado el martes.

Sin embargo, el levantamiento de la prohibición se ordenó el miércoles, una vez que se confirmó la contención del virus en una zona, bien identificada y convenientemente acordonada, del sureste de Inglaterra.

Ahora, los granjeros están autorizados para transportar rebaños de vacas, ovejas y cerdos dirigidos al matadero, así­ como a disponer de esos animales muertos, cuyo traslado también habí­a estado prohibido hasta ahora por temor a la propagación de la enfermedad.

Sin embargo, sigue prohibido el traslado de animales por otros motivos, así­ como los movimientos de ganado en los alrededores de las tres granjas afectadas por los nuevos brotes de fiebre aftosa cerca de las instalaciones de Pirbright, que parecen ser el foco de la contaminación, en el condado de Surrey.

También sigue en efecto el embargo de la Unión Europea a la exportación de animales vivos y productos derivados, como la carne, procedentes de Gran Bretaña, tras la decisión tomada el miércoles por Bruselas de prolongar dicha medida durante al menos otras dos semanas.

Por su parte, en una tercera granja de Surrey, el ganado estaba siendo examinado el jueves después de que la responsable del sector veterinario británico, Debby Reynols, afirmase el miércoles que hubo «un peligroso contacto» con animales infectados.

Los análisis pretenden determinar si los animales de esa tercera granja se han viso afectados por la misma cepa del virus de la fiebre aftosa que el ganado de los dos establecimientos de la zona también infectados.

Los granjeros británicos, mientras tanto, manifestaron su satisfacción por el levantamiento de la prohibición del movimiento de animales, que calificaron de «un primer paso muy necesario».

Sin embargo, en la reunión de expertos de la Unión Europea de Bruselas, el miércoles, el portavoz del comisario de Sanidad, Philip Tod, señaló que Gran Bretaña deberí­a seguir siendo considerada como «una zona de alto riesgo», ya que «la situación aún no se estabilizó».

Alrededor de 200 vacas fueron sacrificadas en dos de las tres granjas afectadas por el nuevo brote de fiebre aftosa, que hace temer lo ocurrido en 2001, cuando la enfermedad causó pérdidas por valor de 11.800 millones de euros.

La investigación sobre la causa del nuevo brote se centró el miércoles en su posible propagación por empleados de Pirbright, que alberga al Instituto público para la Salud Animal (IAH, por sus siglas en inglés) y un laboratorio de la firma farmacéutica de productos animales Merial.

Un informe preliminar de la Autoridad de Salud y Seguridad británica (HSE) señaló el martes la «alta probabilidad» de que Pirbright haya sido la fuente del brote, al tiempo que calificó de «posibilidad real» el hecho de que movimientos humanos hubiesen propagado la enfermedad.

El informe no excluyó la posibilidad de un sabotaje afirmando que existen varias ví­as potenciales para «una propagación accidental o deliberada» desde Pirbright.

Por su parte, Merial –que pertenece a la multinacional estadounidense Merck and Co. y a la francesa Sanofi-Aventis– declaró no haber encontrado fallas en su sistema de seguridad ni tampoco ningún tipo de comportamiento inadecuado en sus empleados.

Asimismo, reanudó temporalmente su producción de vacunas contra la fiebre aftosa y ya tiene listas unas 300.000 dosis.