¿Se puede crear riqueza para todos en Guatemala?


Luis Roberto Cajas,

La Superintendencia de Bancos y el Banco de Guatemala se vienen a sumar al conjunto de instituciones gubernamentales que gozan de poca o ninguna credibilidad por parte del público, al igual que el Ministerio Público, la Policí­a Nacional, el Congreso de la República, la Corte de Constitucionalidad y el Organismo Judicial, entre otras, situación anterior que quisieran aprovechar los liberales puristas para justificar la puesta en marcha de una reforma encaminada al adelgazamiento del Estado, para que este se dedique únicamente a impartir justicia y proporcionar seguridad ciudadana. Como su ideario no está representado por ningún partido polí­tico, quisieran que su agenda fuese impulsada por los partidos polí­ticos que representan la derecha conservadora mercantilista, sabiendo de antemano que la izquierda difí­cilmente les apoyarí­a en impulsar semejante proyecto reformista, de ahí­ su preocupación por las elecciones para diputaciones, no prestándole mayor atención a la elección presidencial, pretendiendo con una reforma constitucional atar de pies y manos al «leviatán» del gobierno ejecutivo.

Los paí­ses desarrollados se diferencian en muchos aspectos de los subdesarrollados, pero fundamentalmente en la fortaleza de los primeros y en la debilidad de los segundos de sus instituciones gubernamentales, tanto así­ que se podrí­a afirmar que esa pequeña gran diferencia es la que ha ocasionado que paí­ses como Guatemala no puedan lograr crecer económicamente en forma sostenida a tasas superiores al ocho por ciento anual, mientras que aquellos que sí­ lo han logrado, se asemejan entre sí­, porque poseen instituciones estatales fuertes enmarcadas dentro de un estado de derecho y han impulsado polí­ticas públicas inteligentes y en forma sostenida, orientadas a promover el desarrollo económico, también se asemejan porque cuentan con una sociedad más o menos homogénea, con una clase media bastante significativa y por haber invertido, por varias generaciones, grandes cantidades del presupuesto privado y gubernamental, en educación. Mientras que Latinoamérica y en especial Guatemala, se caracteriza por tener instituciones estatales débiles al igual que su Estado de Derecho, alta desigualdad socioeconómica, una escasa clase media y baja inversión en capital humano. No basta con firmar tratados de libre comercio, tener estabilidad macroeconómica, invertir en infraestructura fí­sica o mejorar nuestro clima de negocios, si bien es cierto las anteriores son condiciones necesarias pero no suficientes para lograr el desarrollo humano. Para ello se necesita realizar una reforma profunda del Estado, con visión descentralizadora y empoderar a las localidades, así­ como invertir en forma sostenida en educación y apoyar decididamente la microempresa y pequeña empresa para aumentar y fortalecer a la clase media.