La Basílica Menor de Santo Domingo (12 avenida y 10 calle, zona 1) inició sus actividades de fiesta. Al empezar octubre, el templo se transforma para dar paso a la festividad de la Virgen del Rosario, su patrona.
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El 7 de octubre es el día de fiesta, pero desde hoy se inician las actividades. Además de los eventos de corte religioso dentro de la basílica menor, alrededor del templo también se ubican las tradicionales ventas, que hacen de esta fiesta un motivo de mayor alegría.
Cuenta la historia que la Virgen María se apareció en 1208 a Santo Domingo de Guzmán en una capilla francesa con un Rosario en las manos, le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara entre los hombres; además, le ofreció diferentes promesas referentes al Rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.
En el siglo XV su devoción había decaído, por lo que nuevamente la imagen se apareció al beato Alano de la Rupe, le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el Rosario y le recordó las promesas que siglos atrás dio a Santo Domingo.
En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadían Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos.