Se inicia investigación por Diana


Juicio. Mohamed Al-Fayed (D), padre de Dodi, el novio de Diana que murió junto con ella, llega a la Suprema Corte de Londres. Una de las hipótesis que ha planteado Al-Fayed, dicta que la Corona está detrás de la muerte. (AFP / La Hora)

La investigación judicial sobre la muerte de la princesa Diana de Gales y su compañero Dodi Al Fayed empezó hoy en un tribunal de Londres, diez años después del accidente mortal de la pareja, decenas de teorí­as conspirativas y acusaciones de que fueron asesinados.


El jurado se pronunciará, al término de la investigación judicial, sobre las afirmaciones de Mohamed Al Fayed, padre de Dodi, de que su hijo y Diana, que murieron el 31 de agosto de 1997 en el puente de Alma, en Parí­s, fueron «ví­ctimas de un complot» de los servicios secretos británicos.

Mohamed al Fayed, propietario del lujoso almacén Harrods, declaró antes de entrar al Alto Tribunal de Londres que esperaba que el jurado determinara, al término de la indagación judicial, que su hijo y la princesa Diana «fueron asesinados por la familia real».

«Yo sé que fueron asesinados, y estoy seguro que un jurado compuesto de ciudadanos ordinarios confirmará todas mis dudas de estos últimos diez años». declaró Al Fayed.

«Espero que obtendré el veredicto que espera todo el paí­s», agregó el millonario de origen egipcio, que afirma que el complot para impedir que Diana contrajera matrimonio con Dodi, un musulmán, contaba con el aval del prí­ncipe Felipe, esposo de Isabel II.

«La responsabilidad» de determinar cómo murió Diana y Dodi «es sólo de ustedes», declaró el juez Scott Baker a las seis mujeres y cinco hombres que fueron seleccionados como jurado.

Pese a los «millones de palabras» que han sido escritas y dichas sobre este caso, la opinión de ustedes, tras examinar la evidencia, «será la única que cuenta», añadió el juez responsable de la indagación sobre la muerte de la pareja, que según las policí­as británica y francesa se debió a un accidente.

«Nadie puede decirles qué es lo que deben decidir», agregó el juez, que pidió al jurado olvidar todo lo que habí­an escuchado sobre este caso y concentrarse sólo en la evidencia que escucharán en la indagación.

En la sala 73 del Alto Tribunal de Londres estaban, además de Mohamed al Fayed, la hermana de la Princesa de Gales, Lady Sarah McCorquodale y Jamie Lowther-Pinkerton, representando a los prí­ncipes Guillermo y Enrique, hijos de Diana y Carlos de Inglaterra.

La indagación, que durará entre cuatro y seis meses, tendrá un costo de unos 10 millones de libras (20 millones de dólares).

Excepcionalmente, los 11 jurados serán acompañados por una escolta policial en sus desplazamientos para evitar que sean acosados por reporteros y camarógrafos.

Este tipo de indagación – un procedimiento jurí­dico especí­fico a Inglaterra y Gales -tiene como objetivo determinar las causas de una muerte en caso de circunstancias violentas o inexplicadas. No es un proceso, ni se pronuncia condena alguna.

Muchos esperan que la indagación judicial sepultará, por fin, las numerosas teorí­as de que la muerte de Diana y Dodi no fue un accidente trágico, sino un asesinato perpetrado por los servicios secretos británicos y ordenado por poderosos grupos industriales.

Según otras hipótesis, los ejecutores del asesinato fueron el chofer del vehí­culo, Henri Paul, que murió en el accidente, y el guardaespaldas y único superviviente, Trevor Rees-Jones, que seguí­an órdenes, según estas versiones, de los servicios británicos.

Las numerosas teorí­as sobre la muerte de la pareja, que difieren sólo respecto a quienes fueron los autores del «asesinato» y sobre los motivos de los supuestos asesinos, persisten pese a las conclusiones de las investigaciones de la policí­a francesa y británica.