El presidente del grupo constructor francés Eiffage, Jean-Franí§ois Roverato, salió ganador de la batalla emprendida por el grupo español Sacyr Vallehermoso para apoderarse de su empresa, y se congratuló hoy de haber recuperado la libertad.
«Hemos pasado una página», dijo el carismático Roverato en una conferencia de prensa, victorioso en su enfrentamiento con Luis del Rivero, presidente de Sacyr.
«Sacyr no es más accionista de Eiffage», afirmó. «Es un alivio, (algo) que esperaba desde hace tiempo», admitió, y confirmó la estrategia de desarrollo de su grupo en Francia y Europa.
La batalla para intentar tomar el control de Eiffage duró dos años, luego de que Sacyr comenzara a subir en el capital del grupo francés e intentara, sin éxito, entrar en su consejo de administración.
La batalla movilizó a la Autoridad de Mercados Financieros (AMF), a varias instancias judiciales, a los mejores abogados de París y hasta a los gobiernos español y francés.
Un año después de la llegada de Sacyr al capital de Eiffage, la asamblea general de los accionistas del grupo francés realizada hace exactamente un año, el 18 de abril de 2007, desató la guerra.
Roverato se negó a recibir a los representantes de Sacyr en su consejo de administración, acusándolos de actuar de manera concertada con otros 90 accionistas minoritarios, en su mayoría españoles, para apoderarse ilegalmente de Eiffage.
Tras múltiples demandas judiciales frente a no menos de tres jurisdicciones -tribunal de comercio, tribunal de gran instancia y corte de apelaciones- Sacyr tiró la toalla el jueves de noche, y anunció la venta de su participación de 33,32% en el capital de Eiffage por un monto de 1.920 millones de euros a inversores institucionales franceses.
Este periodo de conflictos «nos colocó en situaciones jurídicas delicadas que nos privaron de cierta espontaneidad», reconoció Roverato, que no quiso hacer comentarios públicos mientras los procesos judiciales siguieran su curso.
Como Sacyr, Eiffage decidió no «ser más parte de los procedimientos en curso», confirmó Roverato. No obstante, el retiro de demandas no implica el fin de los líos judiciales.
Del Rivero y el grupo Sacyr siguen inculpados por «difusión de informaciones falsas o engañosas» y por no haber declarado «el franqueo del umbral» de participación en el capital de Eiffage.
Roverato dijo que «vería con buenos ojos» la entrada de representantes de la Caja de Depósitos (CDC) y del asegurador francés Groupama en el consejo de administración.