El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, endureció ayer su tono contra Cuba, en un comunicado en el que pidió fin a la «represión» política en la isla caribeña y reclamó la «liberación de todos los presos políticos».
Los acontecimientos recientes, incluyendo la muerte de un preso político en huelga de hambre «subrayan que en lugar de abrazar la oportunidad de ingresar en una nueva era, las autoridades cubanas siguen respondiendo a las aspiraciones del pueblo cubano con mano dura», dijo Obama en un comunicado.
«Uno mi voz a los individuos valientes de todo Cuba y un creciente coro en el mundo que pide un fin de la represión, para la inmediata, incondicional liberación de todos los presos políticos y por el respeto de los derechos básicos del pueblo cubano», agregó.
Obama asumió la presidencia en enero de 2009 comprometiéndose a buscar una mejora en las relaciones con el único régimen comunista de América.
El mes pasado Obama envió a Craig Kelly, el más alto funcionario hasta ahora a La Habana para dialogar sobre asuntos migratorios.
Pero este miércoles el presidente describió los hechos recientes como la muerte del huelguista de hambre Orlando Zapata, la represión contra las Damas de Blanco y «la intensificación del acoso» contra otros activistas como hechos «profundamente inquietantes».
Las Damas de Blanco, familiares de 75 presos políticos cubanos, concluyeron el domingo pasado una inédita semana de marchas por La Habana, en un desafío a las autoridades para pedir la libertad de sus parientes, que cumplieron siete años encarcelados.
El gobierno cubano las acusa de «mercenarias» y «punta de lanza» de la «subversión» en la isla, promovida por Estados Unidos.
El Departamento de Estado estadounidense anunció en su momento que Washington estaba «consternado» por la «represión» de las autoridades cubanas contra las mujeres.
Obama agrega este miércoles por medio de un comunicado que «durante el curso del año pasado, he tomado medidas para tender la mano a los cubanos y señalar mi deseo de buscar una nueva era en las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba».
«Sigo comprometido con el apoyo a simple deseo del pueblo cubano de determinar su futuro libremente y disfrutar de los derechos y libertades que definen las Américas, y que deberían ser universales para todos los seres humanos».
La situación de los derechos humanos en Cuba ha regresado a las primeras planas tras la muerte de Zapata, a la que ahora se suma la huelga de hambre y sed de Guillermo Fariñas, un periodista y sicólogo de 48 años de edad.
Fariñas se declaró en huelga pocas horas después de la muerte de Zapata para exigir la excarcelación de 26 presos políticos en mal estado de salud.
Estos sucesos han generado críticas a Cuba desde varios países y organizaciones internacionales, aunque La Habana considera que se trata de una «campaña» mediática y política en su contra.