Se dota de presupuesto austero


El gobierno socialista español presentó hoy ante el Parlamento su presupuesto para 2011, marcado por la austeridad, tras una semana en la que se enfrentó a una huelga general y la degradación de la nota de su deuda por la agencia Moody»s.


La agencia de calificación financiera Moody»s anunció a primeras horas del dí­a que habí­a rebajado un peldaño la nota de la deuda a largo plazo de España, de «Aaa» (su nivel máximo) a «Aa1», debido al «deterioro considerable de la solidez financiera del gobierno» de este paí­s.

La mercados esperaban desde hací­a varios dí­as una sanción de ese tipo, ya que este jueves vencí­a el plazo de advertencia de tres meses dado por Moody»s.

Las otras dos agencias de calificación financiera, Standard & Poor»s y Fitch, ya habí­an rebajado la nota de España en enero y mayo, respectivamente.

Pero la nota sólo bajó un peldaño, hasta un «Aa1», con una perspectiva estable, lo que convierte a España en un deudor «muy sólido que presenta débiles posibilidades de no reembolsar (su deuda)», según la agencia.

Moody»s destaca las «débiles perspectivas de crecimiento del paí­s», calculado en un 1% anual, en comparación con otros paí­ses que tienen la nota «Aaa».

«El proceso de reequilibrar la economí­a», que debe hacerla menos dependiente del sector de la construcción, «podrí­a tomar varios años», apunta.

La agencia tiene en cuenta también la creciente dependencia de España de los mercados, en un momento en que estos podrí­an enfrentar nuevas fases de inestabilidad, y no excluye tener que revisar a la baja las perspectivas de la evolución de la deuda.

Sin embargo, la aprobación el viernes pasado por el consejo de ministros de un proyecto de presupuesto austero para 2011 llevó a que Moody»s sea menos severa.

«La determinación del gobierno (de José Luis Rodrí­guez Zapatero) de reducir el déficit fiscal ha permitido a Moody»s rebajar la calificación de España sólo un grado y mantener la perspectiva estable», explicó Kathrin Muehlbronner, analista jefa de Moody»s para España.

El presupuesto, que fue presentado este jueves en el Congreso de los Diputados, es «el más austero de los últimos años», advirtió la ministra de Economí­a, Elena Salgado.

El primer objetivo es reducir el déficit público, que escaló hasta un 11,1% en 2009: España apunta a limitarlo a un 9,3% en 2010, a un 6% en 2011 y a un 3% en 2013, lí­mite fijado por la Eurozona.

Para lograrlo, el presupuesto prevé una disminución del 16% de los gastos en los ministerios y del 7,9% de los gastos del Estado, fuera de los gastos financieros.

También se añade un aumento del impuesto sobre las rentas más elevadas.

Según la ministra, este presupuesto «es la única manera de proteger al paí­s de una situación en los mercados financieros que todaví­a es volátil».

«Los resultados que hemos obtenido en estos meses nos indican que estamos en el camino correcto», aseguró sobre los ajustes hechos en los últimos meses.

Los socialistas –que sólo disponen de una mayorí­a relativa en la cámara– están casi seguros de conseguir una aprobación del proyecto de presupuesto tras haber llegado a un acuerdo la semana pasada con el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Pero este rigor, aplaudido por los mercados, hace chirriar los dientes de los sindicatos, que organizaron el miércoles una huelga general, la primera en la era de Zapatero.

Un centenar de manifestaciones, transportes perturbados y fábricas de automóviles totalmente paradas caracterizaron la jornada de huelga, un «éxito democrático» para los sindicatos, aunque «de seguimiento desigual y con efecto moderado», según el gobierno.

La mayorí­a de la prensa española cuestionaba el jueves el éxito del paro, que fue un «fracaso general» según el conservador El Mundo y que tuvo «un impacto moderado» para el diario de centroizquierda El Paí­s.