Se defienden en las calles


«En el discurso inaugural de esta administración anuncié que serí­a el Gobierno del privilegio de los pobres».

Presidente ílvaro Colom

Luego de una intensa jornada de movilización, las organizaciones que integran Plataforma Agraria lograron alcanzar varios acuerdos con las autoridades de Gobierno. Aunque no se logró que el Ejecutivo atendiera por completo las demandas de esta alianza, este acuerdo constituye un primer paso para implementar verdaderas polí­ticas a favor de las familias campesinas más pobres.

Ricardo Ernesto Marroquí­n
ricardomarroquin@gmail.com

Este logro lo consiguieron las bases en las calles, al decidir levantar la voz porque la crisis en el campo ya no aguanta más. Y como siempre, desde diversos sectores las mordazas quisieron cerrar las bocas de miles de hombres y mujeres que dejaron por un par de dí­as su azadón y su piocha porque es urgente que el Estado atienda sus necesidades.

Quizás las declaraciones más lamentables fueron las vertidas por el propio presidente ílvaro Colom, al recomendar a las organizaciones campesinas que si querí­an implementar sus propuestas era mejor que formaran un partido polí­tico para llegar al Ejecutivo a través del voto, ya que él cumplí­a con su plan de gobierno.

Parece extraño que Colom tenga una definición tan estrecha de participación ciudadana y reduzca las posibilidades del individuo a reivindicar sus derechos únicamente a través del voto. ¿Acaso la mente del mandatario se ha quedado tan rezagada que concibe a la democracia únicamente como el acto de emitir el sufragio cada cuatro años?

Pese a que la ley establece que los partidos polí­ticos deben ser los intermediarios entre la ciudadaní­a y el Estado, la precariedad de las instituciones partidarias es tal, que no representan una verdadera opción para la mayorí­a de la población que se encuentra en situación de pobreza y pobreza extrema.

Durante estos cuatro años se nos ofreció otra posibilidad, y tras «el Gobierno de los empresarios» de í“scar Berger, y bajo la amenaza del «Gobierno de la mano dura» de Otto Pérez Molina, Colom prometió «el Gobierno de los pobres». Pues bien, ya casi llegamos a los veinte meses de la actual administración y cada vez crece más el descontento en el seno de las organizaciones sociales por la falta de voluntad polí­tica del Ejecutivo por atender las principales necesidades de la población. El colmo, es que el mandatario se muestre intransigente ante la movilización social y en vez de concretar resultados de los procesos de diálogo amenace y ejerza la represión.

Ojalá la verborrea de Colom no sea más que una reacción desesperada ante las movilizaciones de quienes históricamente han sido excluidos y renegados. Ojalá y el acuerdo que el Presidente firma ahora con Plataforma Agraria represente el primero de muchos pasos por implementar las propuestas que nacen desde las bases y que buscan reactivar la economí­a de las familias campesinas.