Se consolida el golpe en Honduras


Una simpatizante del presidente depuesto Manuel Zelaya, participa en una protesta que rechaza el gobierno de unidad anunciado por el jefe de facto Roberto Micheletti. FOTO LA HORA: AFP José CABEZAS

La ruptura del acuerdo entre el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, y el lí­der del gobierno de facto, Roberto Micheletti, consolida el golpe de Estado a 23 dí­as de las elecciones y aleja aún más la posibilidad de que el primero vuelva al poder.


«El acuerdo ya no tiene ningún valor», sentenció este viernes Zelaya a la AFP, después de darlo por «fracasado» ante la resistencia de las instituciones hondureñas de restituirlo en el poder.

La gota que rebasó el vaso fue el anuncio de Micheletti, el jueves por la noche, de la constitución de un gobierno de «unión y reconciliación nacional» sin miembros designados por Zelaya, y que el mismo gobernante de facto seguirá presidiendo.

Pese a la recomendación de Estados Unidos para que se reanude el diálogo, Zelaya ha devuelto ahora la pelota al tejado de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que «ellos tomen las decisiones que estimen convenientes», dijo el presidente depuesto.

«Ha quedado totalmente demostrado que no tiene ninguna razón ni ningún efecto (seguir negociando) porque los acuerdos han sido constantemente violados. Parece que llegan a la mesa de diálogo obligados por alguien sin voluntad polí­tica», dijo del campo de Micheletti.

El presidente depuesto es consciente de que ahora tiene que «tomar algunas decisiones, aunque soy el presidente hasta el 27 de enero», pero todaví­a no ha decidido si permanecerá en la embajada de Brasil, donde se refugió el 21 de septiembre tras entrar clandestinamente al paí­s.

En su apoyo, unas 1.500 personas protestaron frente el Congreso hondureño antes de ir después a la legación diplomática de Brasil, blindada por las fuerzas de seguridad.

El fracaso a la hora de aplicar el Acuerdo Tegucigalpa/San José Diálogo de Guaymuras, suscrito por ambas partes bajo la presión de Estados Unidos el pasado 30 de octubre, es otro más de los esfuerzos desplegados por la comunidad internacional para devolver la institucionalidad democrática a Honduras.

Desde Washington, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, instó a las partes a cumplir «sin subterfugios» el acuerdo.

«Las medidas aprobadas en el Acuerdo son claras y fueron suscritas por la libre voluntad de las partes. Espero que sin más subterfugios ellas se cumplan para restablecer la democracia, la legitimidad institucional y la convivencia entre los hondureños», indicó Insulza en un comunicado.

La OEA seguirá promoviendo el diálogo en Honduras, agregó Insulza.

Estados Unidos, por su parte, mantiene su compromiso con el diálogo en el paí­s centroamericano, pero su gobierno afirmó que son los propios hondureños los que deben resolver «por sí­ solos» el conflicto, según declaró este viernes a la AFP un portavoz del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet.

«Nuestros esfuerzos se han centrado en facilitar un proceso de diálogo pragmático y en crear un ambiente en el que los hondureños puedan enfrentar el tema de la restitución (del presidente depuesto Manuel Zelaya) y resolver por sí­ solos este problema hondureño», señaló el portavoz.

Tras declarar el fracaso, Zelaya ya ni siquiera esperará la decisión del Congreso, que, según el acuerdo, debí­a pronunciarse sobre su restitución, aunque para ello no habí­a fecha.

El pronunciamiento del Congreso, que se encuentra en receso hasta después de las elecciones, ya que muchos de los 128 diputados están en campaña electoral para su reelección, era el nudo gordiano de este acuerdo.

El presidente depuesto puso en las manos de los diputados su destino polí­tico, pese a que éstos habí­an votado el 28 de junio a favor de su destitución, a la que calificaron de «sucesión constitucional».

«Si no, no hubieran accedido a firmar ningún acuerdo», explicó en aquel momento Zelaya a la AFP.

«Haberse confiado en el Congreso Nacional, que lo destituyó, para que lo restituyera es una ingenuidad», dijo el analista polí­tico y ex candidato presidencial José Manuel Martí­nez.

CONGRESO Por definir restitución


El gobierno de facto hondureño de Roberto Micheletti llamó ayer al Congreso a «seguir adelante» con la decisión de definir si restituye o no al depuesto presidente Manuel Zelaya.

«De manera respetuosa se le hace un llamado al Congreso Nacional a continuar con sus consultas y seguir adelante en su decisión sobre el punto 5 del Poder Ejecutivo del referido Acuerdo, sobre si o no se restituye al señor Zelaya», expresó un comunicado del gobierno de facto.

«Sorpresivamente, hoy, el señor Zelaya, atribuye la falta de participación en el Gobierno de Unidad y Reconciliación como excusa para declarar fracasado el Acuerdo y abandonar su cumplimiento cuando él mismo fue quien rehusó cooperar con crear este nuevo gobierno», lamentó.

Zelaya declaró «fracasado» el acuerdo suscrito el 30 de octubre con Micheletti, con el auspicio de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), por no haber sido restituido en la presidencia el pasado 5 de noviembre.

Para esa fecha estaba señalado en el Acuerdo Tegucigalpa/San José la integración de un gobierno de «unidad e integración» pero Zelaya rehusó aportar nombres de ministros si antes no era restituido el cargo, lo que debe ser decidido por el Congreso.

Sin embargo, el comunicado dijo que «dando nuevamente espacio de reflexión al señor Zelaya, el Presidente Micheletti ratificó el dí­a de hoy (viernes) su disponibilidad de reconocer que es importante un compás de espera durante este fin de semana para lograr concretar el Gobierno de Unidad y Reconciliación».