Siria, aislada de Occidente durante largo tiempo, ha logrado un éxito diplomático de envergadura al reanudar formalmente sus relaciones con Irak hoy tras un cuarto de siglo de ruptura.
«Damasco se ha apuntado un tanto normalizando sus relaciones con Bagdad», estimó un diplomático árabe bajo el anonimato. Según él, Siria ha superado los obstáculos que le puso Washington.
El experto sirio Elias Murad habla de «contactos realizados desde hace cerca de un año» para retomar las relaciones. «Pero estaban las presiones norteamericanas y también partidos gubernamentales iraquíes que no querían una mejora de las relaciones», afirmó.
Según Murad, redactor jefe del diario Al Baas, órgano del partido en el poder en Siria, los intentos de normalización «tuvieron éxito» debido a la «evolución» en el mundo y en la región.
En el entorno político en Siria se habla del «hundimiento militar estadounidense» en Irak y el resultado de las elecciones parlamentarias norteamericanas favorables a los demócratas, que constituyen un «revés» para la política de la administración del presidente George W. Bush en Irak.
Se espera que el grupo estadounidense de estudios sobre Irak, copresidido por el ex secretario de Estado James Baker, que publicará sus conclusiones en diciembre, recomiende conversaciones directas con Siria e Irán.
En septiembre, Muallem y Baker mantuvieron dos reuniones en la capital estadounidense, dijo Murad.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo este martes que Estados Unidos está «entrampado» en Irak. La Casa Blanca llamó por su parte a Siria a comprometerse con la seguridad en Irak.
Estados Unidos exige a Siria que detenga la infiltración en Irak de combatientes extranjeros que se unen a la insurrección contra las tropas estadounidenses.
Esta declaración «puede llevar a un cambio de actitud de Washington hacia Damasco», estimó el diplomático árabe.
El senador Joseph Biden, que a partir de enero presidirá la comisión del Senado norteamericano de Relaciones Exteriores, pidió que Siria e Irán lleguen a un «acuerdo de no agresión» con el gobierno iraquí.
En el entorno político sirio también se menciona «la situación en Líbano», donde el Hezbolá prosirio se enfrentó al ejército israelí durante la guerra este verano y demostró que una solución en este país difícilmente puede concretarse sin que participen Siria y sus aliados libaneses.
Washington llamó a consultas a su embajador en Siria el año pasado debido a sospechas de una implicación de Damasco en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.
Unos 800.000 iraquíes que huyeron de la violencia en su país viven actualmente en Siria.