Físicamente el hoyo del Barrio San Antonio no ha crecido, pero luego del informe de los expertos que afirman de manera tajante que el problema no tiene nada que ver con una falla geológica, como había afirmado la Municipalidad, el hoyo para las autoridades del Municipio se vuelve mayor porque no quisieron entender que los técnicos que rendían informes al Alcalde lo tenían engañado para tapar su propia responsabilidad.
En efecto, el Alcalde y todos los voceros autorizados de la Municipalidad de Guatemala, dijeron que el problema no tenía nada que ver con el mantenimiento o falta de mantenimiento del pozo de visita del colector porque todo era culpa de una falla geológica existente en el sector. Entendemos que el Alcalde haya aceptado como válida la explicación que le dieron sus técnicos, aunque él mismo sabe perfectamente que el gerente de Empagua no es ingeniero civil y por consiguiente sabe tanto de mecánica se suelos o de la dinámica hidráulica como el mismo jefe del Ayuntamiento. Y entre los empleados públicos existe esa tendencia a tapar sus clavos, a minimizar sus errores y por lo tanto los «expertos» simplemente le dieron al Alcalde y al gerente de Empagua una explicación seudotécnica para lavar su propia responsabilidad.
Lo que pasa es que para el Alcalde el hoyo se ha vuelto más grande porque a poco tiempo de las elecciones su administración está quedando en evidencia y él mismo por no haber querido buscar explicaciones independientes, sino que se aferró a lo que le decía su gerente de Empagua que no tiene noción de cómo se hicieron los colectores y del problema que hay en el sector con los mantos acuíferos subterráneos.
Los pozos de visita tienen que ser visitados (por eso se llaman así) por lo menos antes de la época lluviosa y tan pronto como ésta termine; de esa forma se puede detectar cualquier problema y corregirlo a tiempo, pero esa labor hace años que no se realiza en la Municipalidad de Guatemala que en más de 20 años prácticamente no ha construido colectores y tampoco ha dado mantenimiento a los existentes. La gente que trabajó durante años en la Municipalidad y que tenía experiencia se fue retirando y ahora hay muchos ingenieros y trabajadores que no conocen la problemática metropolitana y ni siquiera saben que los pozos de visita se llaman así porque tienen que ser visitados con alguna regularidad para establecer cómo están los colectores.
El hoyo del Barrio San Antonio se vuelve, entonces, en un agujero político para el Alcalde por culpa de sus ingenieros (algunos de los cuales no son civiles sino industriales) y por culpa propia porque desdeñó las voces que le advertían sobre fallas operativas en su administración como causa del problema. Ahora no le queda más que asumir la realidad y pasarle la factura a los incapaces que le mantuvieron engañado.