Las fuertes lluvias del fin de semana provocaron la apertura de un agujero en la zona 5; al menos siete familias fueron evacuadas al salón municipal del lugar y siete viviendas están en riesgo.
mcastanon@lahora.com.gt
Vecinos relataron que el hecho ocurrió ayer por la noche, debido a la intensidad de la lluvia. Varios de ellos descansaban cuando se dio el agrietamiento.
Dina de Palacios indicó que lo sucedido no es nada nuevo, pues hace dos años el invierno botó el paredón de su casa y aunque volvió a construirlo, hace dos meses se repitió la historia, por lo que ahora vive en casa de familiares.
«He pedido ayuda al Comité de Desarrollo de la Municipalidad, a través de una carta, pero todavía no tengo respuesta», afirmó la afectada.
Ayer los cuerpos de socorro informaron que no se reportan heridos, pero fue necesario evacuar a siete familias al Salón Comunal Covías, cercano a la 27 calle final, zona 5, lugar donde se registró el agrietamiento.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó que diecisiete personas se encuentran en un albergue temporal, además se mantiene verificación por siete viviendas que están en riesgo.
Según David de León, vocero de la institución, el agujero es de cuatro metros de profundidad y de seis de largo por ocho metros de ancho.
Esta mañana el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y representantes de la Municipalidad trabajaban en el lugar y, pese a que consideraron instalar un puente Bailey, esto se descartó, debido a que el lugar es sensible para trabajar en él.
La Municipalidad, por su parte, analiza ubicar una pasarela para mantener la comunicación entre los vecinos; sin embargo, aún no se confirma nada.
BARRIO SAN ANTONIO
Esta no es la primera vez que se suscita un hecho similar; en febrero de 2007 un agujero de 50 metros de diámetro y 75 de profundidad provocó la muerte de tres personas, en el Barrio San Antonio, zona 6.
En esa ocasión, unas 140 familias fueron evacuadas del área de riego; transcurrió por lo menos un año, para que los trabajos de construcción concluyeran.
Aunque el lugar fue reconstruido, los habitantes temen que se pueda repetir la historia de aquel fatídico día de febrero, principalmente cuando circulan vehículos pesados.