En la misma isla inglesa donde hace 100 el británico Robert Baden-Powell celebró el primer campamento scout, 310 jóvenes de 155 países, entre ellos de Argentina, Ecuador, Guatemala, Nepal y Líbano, renovaron el miércoles su promesa de construir una sociedad más tolerante.
Esa ceremomia, que tuvo lugar a las 00h08 (00h07 GMT) en Brownsea (Dorset, sudoeste de Inglaterra), será repetido por unos 28 millones de jóvenes en los cinco continentes, en «ceremonias a la salida del sol».
El acto en la isla inglesa marcó «la conmemoración oficial del centenario del nacimiento del movimiento scout, cuya semilla fue ese primer campamento en Brownsea, el primero de agosto de 1907», dijo a la AFP el responsable mundial de la organización scout, Eduardo Missoni.
El movimiento que comenzó ese día, cuando el militar británico sopló un gran cuerno de antílope africano para despertar a la veintena de chicos que participaron en el campamento, ahora reúne a más de 28 millones de jóvenes, y es, según el responsable, «el movimiento juvenil más importante del mundo».
En la ceremonia en Brownsea, dos scouts por cada uno de los 155 países representados, o sea un total de 310 jóvenes, desfilaron con la bandera de su patria e izaron luego la del movimiento scout, adornada con una flor de lis.
Los chicos y chicas reafirmaron en esa ceremonia el compromiso scout, de cumplir sus deberes con Dios, con la patria, con el prójimo y construir una sociedad más tolerante, pacífica y respetuosa de la naturaleza.
Un joven británico de 16 años, Alastair Frankl, leyó las palabras que dijo Baden-Powell hace 100 años en esa misma isla, en la que lanzó un llamado por la paz, la camaradería y la cooperación.
Esos valores deben remplazar la rivalidad entre «clases, credos y países, que han contribuido tanto en el pasado a causar guerras y disturbios», afirmó el militar.
La hondureña Ana Mejía, de 14 años, que fue una de las escogidas para participar en la ceremonia oficial en Brownsea, reafirmó su creencia en esos valores proclamados por el fundador del escultismo.
«No importa nuestra nacionalidad, religión o color, somos una familia y tenemos que apoyarnos unos a otros», dijo la joven hondureña.
Frankl comentó que la ceremonia le había hecho pensar cómo un solo hombre, Baden-Powell, había «cambiado el mundo».
«Un hombre empezó con 20 niños en una pequeña isla, y ahora es un movimiento mundial», señaló. «Todos nosotros somos embajadores de la paz. Somos la próxima generación. Somos quienes llevaremos la bandera de la paz en el mundo», añadió.
Frankl resaltó que Baden-Powell «estaría feliz de ver cómo el grupo ha crecido».
«El empezó con 20 jóvenes, y ahora hay 28 millones en el mundo», afirmó el chico británico.
Mientras tanto, unos 40.000 scouts venidos del mundo entero festejaron el centenario en un Jamboree en el parque de Hylands, en el noreste de Londres, donde tiene lugar durante doce días el 21º Congreso Mundial de Scouts.
El Congreso Mundial de Scouts se celebra cada cuatro años y el último fue organizado en Tailandia.
Ana Mejía, hondureña de 14 años.