El brasileño Luiz Felipe Scolari y el holandés Louis Van Gaal comenzaron el Mundial con la ilusión de dirigir a su equipo en la final. Y después de un cruce de declaraciones en la fase de grupos, sus equipos chocarán mañana en el partido que ninguno de los dos desearía disputar.
Brasilia / Agencia dpa
Si uno de los dos se hubiese clasificado segundo en su grupo en la primera fase, el duelo de mañana habría ocurrido mucho antes, en octavos de final. Pero Brasil y Holanda chocarán mañana por el tercer puesto del Mundial.
La perspectiva de un choque prematuro generó fricciones entre los dos entrenadores antes de la última fecha de la fase de grupos, cuando Van Gaal acusó a la FIFA de favorecer a Brasil, que se mediría después con el ya eliminado Camerún en un partido programado para tres horas después del choque entre Holanda y Chile.
«La FIFA tiene anuncios y clips sobre el juego limpio, pero su forma de hacer trucos y de organizar el horario de los partidos de Brasil no es realmente un juego limpio», dijo entonces el holandés de 62 años, quien se manifestó convencido de que Scolari trataría de evitar un duelo con el equipo «oranje».
«Está claro que Brasil no querrá enfrentarse a Holanda. Estamos jugando bien y marcando goles fantásticos, estamos jugando un fútbol agresivo», argumentó. Las declaraciones de Van Gaal generaron una respuesta dura de Scolari, quien comparte con su colega holandés el gusto por la polémica.
«Hay gente que dice que nosotros buscaremos elegir a un adversario. Para los que dicen esto, yo digo solamente una cosa: son personas estúpidas o mal intencionadas», disparó el brasileño de 65 años.
El entrenador holandés volvió al tema hoy en Brasilia durante la conferencia de prensa previa al partido, la que aprovechó para justificar y también para reiterar sus acusaciones.
«Bueno, yo siempre me limito a los hechos, y el hecho es que Brasil empezó primero. Jugó el último partido (de la fase de grupos) después de nosotros. Ahora (en semifinales), también empezaron antes. Esto son los hechos. No seguiré hablando sobre ellos, todos sabemos las explicaciones», afirmó.
La «guerra verbal» entre los dos entrenadores podría haber hecho más picante un duelo por el título.
Pero ante la derrota de Holanda en penales ante Argentina y la humillante goleada por 7-1 encajada por Brasil ante Alemania, el premio para el ganador será mucho más modesto: un tercer puesto del Mundial, que, tanto para los jugadores de la «oranje» como para los de la «verdeamarela», importa muy poco.