Las fotografías de Saul Leiter a menudo se las describe como verdaderas poesías visuales urbanas. Sus imágenes parecen estar realizadas como en capas con composiciones casi abstractas de reflejos y sombras.




Y las novedades no se acaban allí, la Editorial Steidl tiene previsto publicar durante este otoño, la tercera edición de su primer libro: Early Colors (primera edición 2006).
A pesar que Leiter era uno de los pocos fotógrafos que tomaban en serio las imágenes en color como recurso documental en la década del 50 del siglo pasado; no estaba solo en esta batalla.
En esa época, Nueva York era un auténtico hervidero de grupos informales de poetas, compositores, pintores que se inspiraban en el surrealismo, en el be bop del jazz y vanguardias pictóricas. En ese contexto, Leiter sintió una gran influencia especialmente de dos pintores expresionistas abstractos que aún eran perfectos desconocidos para el gran público: Mark Rothko y Willem de Kooning .
Pertenecientes a la Escuela de Nueva York, estos dos pintores abogaban, en esos momentos, por una pintura de capas y estridentes colores que, de alguna manera, los emparentaba con el art pop y los poetas beatniks, inspirados también en la luz y escritos directos, vivos y visuales.
Actualmente, Saul Leiter vuelve a estar de moda. El pasado jueves se inauguró, en el Museo Histórico Judío, la primera exposición retrospectiva del fotógrafo en los Países Bajos.
La exposición titulada: Reflexiones de Nueva York estará organizada por el museo en conjunto con la Howard Greenberg Gallery, representante del fotógrafo.
Dicha muestra incluirá 60 fotografías en color y 40 en blanco y negro junto con una selección de fotografías de moda (Harper’s Baazar), 30 obras pictóricas del autor e imágenes de sus trabajos más recientes realizadas con cámaras digitales.
Además, los visitantes podrán observar el documental que realizó recientemente Tom Leach sobre su vida.