Bernie Ecclestone, mandamás de la Fórmula Uno, dijo que todo transcurre como fue planificado en el Gran Premio de Bahrein de la próxima semana, y afirmó que todos los equipos están «contentos» de acudir.
Ecclestone señaló después de una reunión con directores de equipos el viernes entre las sesiones de práctica del Gran Premio de China que él cree que Bahrein está lo suficientemente en paz para que se realice la carrera, y que no serán necesarias medidas de seguridad adicionales.
«No está sucediendo nada (en Bahrein)», subrayó Ecclestone. «Conozco a gente que vive allá y está muy tranquilo y en paz», agregó.
Sus comentarios siguieron a un comunicado emitido más temprano durante el día por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) confirmando también que la competencia se realizaría como estaba programada, a pesar de la inestabilidad política en el país.
Ha estado incrementándose la presión para que la carrera se posponga o cancele debido a los actuales enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes antigubernamentales en la nación del Golfo Pérsico. Las medidas de fuerza del gobierno han ocasionado al menos 50 muertes.
Los organizadores de la carrera cancelaron la edición del año pasado después de una insurrección de la mayoría chiíta del país, la cual está buscando una mayor presencia política en la nación, ante la cual el gobierno sunita respondió con duras medidas de fuerza.
Grupos defensores de los derechos humanos criticaron que se restituyera la carrera de Fórmula Uno este año, y los manifestantes se han unido a éstos entonando cánticos contra la F1 en marchas y criticando a Ecclestone y a los pilotos en sitios de internet de medios sociales.
El viernes en Bahrein, miles de dolientes entonaron consignas antigubernamentales en el funeral de Ahmed Ismail, de 22 años, quien según las autoridades murió a fines del mes pasado en una balacera durante una manifestación de protesta, aunque aún no está claro quién realizó tales disparos.
Ismail ha sido descrito por grupos de oposición como un periodista ciudadano que publicaba videos de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes.
«No F1, no F1 … Ellos mataron a mi hijo a sangre fría», decía su madre Makyia Ahmed entre sollozos, quien señaló que su hijo fue trabajador voluntario en carreras previas de F1.