Satélites de la NASA miden los mantos acuí­feros de Texas en récord mí­nimo


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Una histórica sequí­a ha mermado los acuí­feros de Texas a niveles pocas veces vistos desde 1948, y podrí­an pasar meses —e incluso años— para que las reservas subterráneas se recarguen por completo, dijeron el miércoles cientí­ficos que estudian información de satélites de la NASA.

Por RAMIT PLUSHNICK-MASTI HOUSTON / Agencia AP

Climatólogos, hidrólogos e incluso pobladores locales habí­an sospechado que la sequí­a que aqueja a Texas desde hace 14 meses habí­a afectado significativamente los preciados acuí­feros que corren bajo el estado. Datos compilados por los satélites de la NASA, combinados con información del Centro Nacional de Mitigación de Sequí­a de la Universidad de Nebraska confirmaron esos temores.

«Podemos decir con más confianza que sí­, la reserva subterránea se está reduciendo», dijo Brian Fuchs, climatólogo del centro.

Texas ha recibido poco más de 30 centí­metros (12 pulgadas) de lluvia este año, lo que es 40 centí­metros (15,5 pulgadas) por debajo de lo normal, dijo John Nielsen-Gammon, climatólogo de la Universidad Estatal de Texas. Señaló que a pesar de las recientes lluvias, el déficit ha crecido desde el mes pasado en 2,5 centí­metros (una pulgada).

Los satélites del proyecto GRACE (siglas en inglés de Experimento Climático y de Medición de la Gravedad) de la NASA son únicos porque en lugar de medir la luz en longitudes de onda, miden la gravedad con base en las variaciones de masa, lo que los hace sensibles a los cambios en el agua, sobre o debajo de la superficie terrestre, sin importar cuán profundo esté, explicó el hidrólogo de la NASA Matthew Rodell.

Los cientí­ficos tomaron esos datos y los combinaron con otra información para crear un modelo numérico que simula la redistribución de agua después de que llueve. Con ello pudieron concluir que los acuí­feros están en niveles mí­nimos sólo vistos en 2% de las veces desde 1948, cuando comenzaron a hacerse estas mediciones.

Parece improbable que esas reservas se recuperen con la lluvia de los próximos meses, dijo Fuchs. El fenómeno climático de La Niña que actualmente enfrí­a el Océano Pací­fico causa generalmente un clima más seco y caliente en Texas y otras partes del sur estadounidense.

Entre más tiempo dure la sequí­a, más disminuirán las reservas de agua subterráneas, no sólo por la falta de recarga, sino también porque más gente usará esa agua.