Sarmientos en su primera sinfonía con los ángeles


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“Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces, si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas”. Antonio Buero Vallejo

Los coros de ángeles tienen ahora nuevo director… Jorge Sarmientos, se encuentra ya en el cielo y su partida, es sólo parte del proceso exacto de la vida. Se nace, se vive y se muere, día a día.

Edith González


Los japoneses se sorprenden cuando en el aniversario cincuenta de la detonación de la bomba atómica en Hiroshima, compone una pieza para recodar ese infausto suceso de la humanidad. Por lo que sería galardonado luego por el pueblo japonés.

Pero hablar de los galardones del maestro Sarmientos, es cuestión de mucho espacio, pues lo homenajearon permanentemente por su excelente calidad de artista de la música. Su batuta encontró eco en Israel, Francia, España, toda la América Latina y sus enseñanzas fueron recibidas por docenas de alumnos.

Los años se fueron volviendo historia y algunas veces nos cruzamos en la calle con un saludo sobre la marcha o quizás en breves minutos para saber de las familias, pero, siempre en mí, la figura del maestro Sarmientos estuvo presente. Me sorprendió la noticia de su muerte, pues algunas semanas atrás, lo había encontrado acompañando a su esposa Matilde a una consulta médica y en ese momento expresó que él se sentía muy bien.

Nacido en 1931,  en San Antonio Suchitepéquez, Suchitepéquez, en el sur de la patria, entra en contacto con la música en la marimba ideal de Domingo Betancourt. Y nunca salió de ese tan especial mundo.

Fue Director Artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala de 1972 a 1991 y ha actuado como Director Invitado en numerosos países de América Latina, México, Venezuela Argentina, Brasil, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Colombia, Chile… así como en Estados Unidos, Francia, Israel y Japón. Para el 2002, el gobierno le reconoce y le entrega la Orden del Quetzal, pero ya para entonces, la crítica y los guatemaltecos lo habían reconocido como el maestro de maestros de la música. Su capacidad productiva lo llevó a componer más de cien composiciones.

Hablar de Sarmientos en Guatemala, es hablar de un titán de la música. Un hombre que en un medio tan pobre como  el arte guatemalteco, abre caminos y se sitúa a nivel internacional como un verdadero pionero en esta rama en Guatemala.

Hijo de músico y padre de músicos, Nuestro pesar a Jorge, Mónica e Igor quienes siguiendo los caminos trazados han demostrado el valor de la herencia intangible de su padre. Recibirá siempre el reconocimiento de los guatemaltecos como un baluarte en el campo del arte en nuestro país.

DESCANSE EN PAZ, MAESTRO SARMIENTOS.