El presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel se disponían hoy a hablar por teléfono sobre una próxima cumbre europea, que los mercados esperan genere una solución amplia a la crisis de deuda del continente y salve al euro.
Durante una reunión semanal de su gabinete el miércoles, Sarkozy hizo énfasis en que la reunión del 23 de octubre en Bruselas «es un momento crucial para Europa y para Francia», dijo Valerie Pecresse, portavoz del gobierno.
Los mercados financieros estaban algo intranquilos el miércoles, oscilando por los reportes y comentarios sobre el posible éxito y alcance del plan.
Anteriormente esta semana, el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schaeuble, enfrió las expectativas al decir que las medidas a ser anunciadas el domingo no representarían el fin de la crisis de deuda de la eurozona y que algunas partes podrían requerir más tiempo para ser perfeccionadas.
Se cree que los gobiernos que utilizan el euro preparan una solución de tres aristas a la crisis de deuda: medidas para impulsar la capacidad del fondo de rescate; una recapitalización de gran parte del sector bancario y un plan para que los bancos asuman el costo de una parte más grande de los bonos de deuda griega que posean.
Francia y Alemania están en desacuerdo en este último punto. Berlín busca que los bancos acepten recortes de entre el 50% y el 60% de los bonos griegos que posean, mientras que París insiste en que sólo deben hacerse revisiones de tipo técnico a un acuerdo preliminar alcanzado en julio con inversionistas privados. Dicho acuerdo pedía que los bancos asumieran una pérdida del 21% en los bonos que tienen.