Sarkozy viaja a Brasil como invitado de honor para fiesta nacional


El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viaja mañana a Brasil, en su segunda visita en menos de un año al gigante sudamericano, como invitado de honor a la fiesta nacional brasileña, prueba de sus excelentes relaciones con su homólogo Luiz Inacio Lula de Silva.


Tras una primera visita poco antes de la Navidad pasada -en la obtuvo contratos militares por 6 mil millones de euros- Sarkozy tendrá ahora el honor de asistir como invitado, el lunes en Brasilia, a la celebración de la fiesta nacional.

Sin embargo, según un programa inicial, esta visita debí­a coincidir con la atribución de una disputada licitación para la compra de 36 aviones caza, en la que el Rafale del constructor francés Dassault es favorito por delante del Gripen del sueco Saab y el F/A18 Super Hornet del estadounidense Boeing.

Pero el calendario fijado por los brasileños se ha extendido hasta fines de octubre, con lo que es muy improbable que se conozca el resultado de la licitación durante la visita de Sarkozy.

En ví­spera de esta visita, los franceses son muy prudentes. «La competencia es feroz. Hasta el último minuto, los estadounidenses y los suecos lo intentarán todo, y nosotros también», se explica en el entorno del jefe de Estado francés.

A falta de anuncio formal, Lula envió una señal a su homólogo francés dejando entender, durante una entrevista concedida el miércoles, su preferencia por el avión Rafale.

«Francia se mostró el paí­s mas flexible para la transferencia de tecnologí­a y, desde luego, ello es una ventaja comparativa excepcional», dijo.

En los contratos suscritos en diciembre para la venta de cuatro submarinos de ataque Scorpene, de 50 helicópteros de transporte militares y la fabricación de un casco de submarino nuclear, Francia consintió «transferencia de tecnologí­a sin precedentes», según fuentes de la presidencia francesa.

«Brasil no es un cliente, es un socio» añaden.

A falta de festejos con champán al pie de un avión Rafale, Nicolas Sarkozy podrá aprovechar su estadí­a en Brasil para defender la causa de las empresas francesas, tanto en el ámbito militar (protección de fronteras) como civil (lí­nea de alta velocidad entre Rio y Sao Paulo).

El presidente francés estará acompañado por numerosos jefes de grandes empresas francesas (EADS, Safran, Alstom, GDF Suez, Dassault), que lanzarán la próxima semana con sus colegas brasileños un «grupo de alto nivel» encargado, según la presidencia francesa, de «preparar la próxima etapa de asociación» bilateral.

«Tengo la convicción que la visita del presidente Sarkozy permitirá consolidar la asociación estratégica entre Francia y Brasil», pronosticó el presidente Lula.

Mientras en Parí­s, se estima con entusiasmo que «las relaciones entre los dos paí­ses han adquirido una dimensión única».

Nada más llegar a la capital brasileña, Nicolas Sarkozy se entrevistará con el presidente Lula durante una cena privada. Tras haber asistido al tradicional desfile de la fiesta nacional, los dos dirigentes se volverán a entrevistar, junto a sus ministros, y celebrarán una rueda de prensa.

Sarkozy visitará después las obras del tranví­a de Brasilia, confiadas a Alstom, y recibirá brevemente a la comunidad francesa antes de retornar a Parí­s.