Sarkozy se reúne con rebeldes libios


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El canciller de Francia indicó hoy que una posible solución a la guerra civil en Libia serí­a permitir que Moamar Gadafi se quede en el paí­s si abandona el poder.

Por SYLVIE CORBET
PARIS / Agencia AP

Gadafi insiste en que no va a renunciar ni salir del paí­s que ha gobernado durante cuatro decenios. Al comenzar la quinta semana de la campaña aérea de la OTAN contra las fuerzas de Gadafi, la comunidad internacional está buscando estrategias para poner fin al conflicto.

El presidente francés Nicolas Sarkozy se reunió el miércoles en Parí­s con tres lí­deres rebeldes libios de la ciudad portuaria de Misrata, quienes buscan ayuda y armas para avanzar hacia Trí­poli. Sarkozy no anunció medidas especí­ficas.

El canciller Alain Juppe dijo que Francia desea mantener «unos lazos muy estrechos» con los rebeldes «para ver cómo podemos ayudar».

A una pregunta de si Gadafi pudiera permanecer en Libia bajo arresto domiciliario, Juppe le dijo a la televisora LCI: «Una de las hipótesis es que él se quede en Libia, con una condición … que se aleje claramente de la vida polí­tica libia».

Los rebeldes insistieron inicialmente en que Gadafi deberí­a abandonar el paí­s, pero algunos no descartan ahora la posibilidad de que se quede si renuncia al poder. Las dos partes han estado trabadas en un punto muerto, con los rebeldes incapaces de avanzar más allá de algunos bolsones en el oeste del paí­s, pese a la campaña aérea de la OTAN contra las fuerzas de Gadafi. Los rebeldes controlan la mayor parte del oriente libio.

Los lí­deres militares rebeldes Ramadan Zarmouh y Ahmed Hachem y el representante del gobierno opositor en Misrata Suleiman Fortia, se reunieron con Sarkozy el miércoles. El filósofo francés Bernard Henri-Levy, que ayudó a organizar el encuentro y ha defendido la causa rebelde, dijo que en la reunión que los lí­deres opositores solicitaron ayuda y armas para avanzar hacia Trí­poli. Dijo que Sarkozy les escuchó, pero no dijo si se prometieron o no armas.

La semana pasada, más de 30 naciones, incluyendo a Estados Unidos, le dieron a los rebeldes un impulso al reconocer su Consejo Nacional de Transición como el legí­timo gobierno del paí­s, liberando potencialmente miles de millones de dólares en dinero que necesitan urgentemente.