El presidente francés Nicolas Sarkozy dijo hoy que la utilización por parte de la extrema derecha de las matanzas recientes para pedir leyes de inmigración más duras no tiene ningún sentido, dado que el culpable era francés.
Con vistas a una dura campaña de reelección en las próximas semanas, Sarkozy se ha inclinado a la derecha para ganar votos, tomando una postura dura sobre inmigración y sobre las costumbres islámicas en Francia.
Pero el lunes criticó a uno sus oponentes —Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional— por insinuar que la laxitud en las leyes migratorias originó el tiroteo perpetrado por Mohamed Merah, de 23 años.
La semana pasada, la policía siguió a Merah hasta su apartamento, y después de más de 30 horas de asedio, fue muerto a tiros mientras saltaba por la ventana blandiendo sus armas.
Sarkozy ha buscado retratar la matanza de siete personas a manos de Merah a lo largo de una semana como un incidente aislado del cual Francia no debe sacar muchas conclusiones.
«No podemos equiparar a Mohamed Merah, nacido en Francia, francés, con los hijos de inmigrantes que llegaron en botes», dijo Sarkozy dijo a la estación de radio France Info. «Este Mohamed Merah, si me disculpan, era un monstruo».
Los investigadores también indagan si el hermano mayor de Merah, Abdelkader, ayudó en los asesinatos de un rabino, tres niños judíos y tres soldados. Abdelkader está bajo custodia y el domingo le fincaron cargos preliminares por complicidad en asesinato y terrorismo.
Aunque rechazó la relación entre la matanza y la inmigración, Sarkozy reiteró su llamado a que haya mejores controles fronterizos, porque, dijo, Francia no puede costear darle prestaciones a inmigrantes que entran de manera ilegal, y que una ola de arribos abruma los medios de que dispone el país para asimilar a los recién llegados.
El fin de semana, Le Pen prometió reducir drásticamente el número de inmigrantes que llegan a las playas de Francia y advirtió que habría más de esos ataques si el país no cierra sus puertas.
«¿Cuántos Mohamed Merah hay en los aviones y en los botes que todos los días llegan a Francia llenos de inmigrantes?», dijo ayer Le Pen ante una multitud reunida en el oeste de Francia.
Le Pen prometió que, de resultar elegida, pondría «de rodillas al islamismo radical».