El presidente francés Nicolas Sarkozy fue recibido hoy con abucheos por unos 300 pescadores del puerto francés de Le Guilvinec (Bretaña-oeste) que mantienen un movimiento de protesta contra el aumento del precio del combustible para sus barcos.
Sarkozy viajó al puerto bretón donde comenzaron las manifestaciones que se extendieron a varios puertos del Atlántico y del Canal de la Mancha, unas horas antes de partir en viaje oficial a Estados Unidos.
«Quince días en el mar por 300 euros, no es normal» gritaban los pescadores cuando llegó Sarkozy a Le Guivinec, donde la policía antidisturbios había tomado posición delante de barreras instaladas en los muelles.
«Â¡Tú, ven aquí si tienes algo que decirme!», gritó a uno de ellos. «No acepto los insultos de los pescadores. Les vengo a anunciar noticias», «No voy a dejar que la pesca francesa muera», respondió luego a los manifestantes que exigían «medidas concretas».
Antes de la llegada de Sarkozy, un dirigente del «comité de crisis» de los pescadores bretones, Philippe Le Moigne, había hecho un llamado a la calma y le había pedido «un poco de disciplina (…) de gentileza y de comprensión» durante la reunión con el mandatario.
Durante la reunión, Sarkozy propuso una exoneración total durante seis meses renovables, de las cotizaciones tanto para los armadores como para los pescadores, una medida evaluada en 21 millones de euros por trimestre, según precisó.
También pidió al ministro de Agricultura y de la Pesca Michel Barnier, que lo acompañaba, la elaboración con la profesión, «dentro de tres meses», de un «mecanismo durable que integre el precio del petróleo en el precio del pescado vendido al público».
Por otra parte, el presidente anunció un «plan de salvación» para modernizar los motores de los pesqueros y «reducir su consumo de petróleo».
Sin embargo, después de que Sarkozy partió, los pescadores de varios puertos reunidos en Le Guilvinec decidieron continuar su movimiento, en la espera de los resultados de una reunión con el ministro Barnier.
Los pescadores iniciaron el viernes el movimiento de protesta para presionar al Estado y obtener una compensación por el alto precio del petróleo que llegó a un record de 1,14 euros el litro.
Varios cientos de pescadores bloquearon el lunes los accesos a los puertos de Brest, Douardenez y Lorient, en Bretaña (oeste) y de Le Havre y Dieppe (Normandía-noroeste), impidiendo en algunos casos el acceso a los depósitos de combustible, o incluso a una refinería.
Mediante un sistema de desgravación, los pescadores profesionales pagan el litro de petróleo a unos 50 centavos de euro, pero estiman que su trabajo sólo es rentable con un precio inferior a 30 centavos.
El lunes, la ministra de la Economía Christine Lagarde anunció su intención de reunirse rápidamente con los grupos petroleros para discutir sobre la manera como éstos hacen repercutir las alzas del petróleo en el mercado mundial.