Saramago denuncia la crueldad


El escritor portugués José Saramago presentó ayer Caí­n, su nuevo libro. FOTO LA HORA: AFP PIERRE-PHILIPPE MARCOU

El premio Nobel de Literatura José Saramago explicó que su objetivo es «desasosegar» con la novela que presentó ayer en Madrid, «Caí­n», una crí­tica del Dios de la Biblia que ha levantado polémica y está entre los más vendidos, así­ como con el libro que prepara sobre el armamento.


Frente a las crí­ticas levantadas por «Caí­n» en las últimas dos semanas, sobre todo en Portugal, el Nobel portugués, de 86 años, se explicó en conferencia de prensa en la Casa de América de la capital española.

«Yo no escribo para agradar ni para desagradar; yo escribo para desasosegar»; «estoy intentando desasosegar a algunos, pero seriamente», aseguró el premio Nobel de Literatura 1998, que desde hace años vive en la isla española de Lanzarote, en las islas Canarias.

El libro, que ocupa las primeras posiciones en las listas de ventas de varios paí­ses desde su publicación, hace dos semanas, cuestiona la figura del Dios descrito en la Biblia y tiene como protagonistas a Caí­n, el personaje bí­blico hijo de Adán y Eva, a Dios y a la humanidad.

El escritor reconoce que «sentó muy mal» cuando dijo, durante la presentación en Portugal, que «la Biblia era un manual de malas costumbres», pero alegó que el texto contiene una «crueldad infinita» y «carnicerí­as», y que incluso está contabilizado que incluye 1,7 millones de personas asesinadas. Pero apuntó que «crueles somos nosotros, los hombres. Hemos inventado a un Dios a nuestra imagen y semejanza», «por eso es tan cruel, porque nosotros somos crueles».

Frente a la «lectura simbólica» que se hace de la Biblia, Saramago indicó que no le «interesaba nada»: «Me interesaba lo que estaba diciendo la letra» y «en su literalidad es lo que es: un horror», definió, aunque reconoció que la Biblia se escribió hace 3.000 años.

«Nosotros, hombres y mujeres de nuestro tiempo, tenemos derecho a preguntar qué clase de Dios es éste», y frente a la crueldad descrita en la Biblia, «necesitamos el respeto, respetar al otro, porque cada uno de nosotros somos el otro», propuso. Para el escritor «no es ninguna incompatibilidad» coincidir con su diagnóstico de «Caí­n» y ser creyente: «En temas de creencia y de la fe, yo no entro y lo respeto»; «la fe pertenece a otro dominio de la mente», separó.

«Caí­n» salió a la venta a mediados de octubre en portugués, español y catalán. En Portugal, con 30.000 ejemplares en dos semanas, es el más vendido en la historia del paí­s, y en Brasil también es número uno en ventas.

En España, donde se pusieron a la venta 130.000 libros y se están imprimiendo 30.000 más, es el tercero más vendido. Simultáneamente se ha puesto a la venta en América Latina.

El Nobel lamentó que la iglesia Católica portuguesa criticara su libro antes de que se pusiera a la venta: hubo una «reacción muy violenta, pero no sólo en la Iglesia católica, sino en la extrema derecha polí­tica», recalcó.

Sobre ésta indicó que «están esperando su oportunidad», mientras que en el lado opuesto se mostró preocupado por «la deriva de la izquierda», que «poco a poco se va convirtiendo justo en lo contrario de lo que se habí­a propuesto». Por eso sus libros pretenden «no dejar que se duerma» la ciudadaní­a ante el «movimiento de aborregamiento» existente «en la sociedad actual».

En esa lí­nea también se mueve el nuevo libro que está escribiendo: «No será sobre el Corán, pero será sobre algo tan importante como todos los coranes del mundo: por qué no hay huelgas en la industria del armamento», «una huelga en la que los obreros (…) dijeran: «No construimos más armas»». «Todo el mundo tiene armas», vivimos en «una sociedad de violencia» que «es aceptada» y «la televisión nos está diciendo todos los dí­as que la vida humana no tiene ninguna importancia», reflexionó.

NUEVO LIBRO Armas


El Nobel de Literatura José Saramago, que presentó ayer en Madrid su nueva novela, «Caí­n», una crí­tica del Dios de la Biblia que ha levantado polémica y se ha colocado entre los más vendidos, indicó que el nuevo libro que prepara versará sobre la industria del armamento.

«No será sobre el Corán, pero será sobre algo tan importante como todos los coranes del mundo: por qué no hay huelgas en la industria del armamento», «una huelga en la que los obreros (…) dijeran: «No construimos más armas»», explicó en conferencia de prensa en la Casa de América.

«Todo el mundo tiene armas», vivimos en «una sociedad de violencia» que «es aceptada» y «la televisión nos está diciendo todos los dí­as que la vida humana no tiene ninguna importancia», reflexionó el Nobel portugués, de 86 años, que presentó en la capital española su última novela, «Caí­n».

El libro, que ocupa las primeras listas de ventas en varios paí­ses desde su publicación, hace dos semanas, cuestiona la figura del Dios descrito en la Biblia y tiene como protagonistas a Caí­n, el personaje bí­blico hijo de Adán y Eva, a Dios y a la humanidad.

Frente a las crí­ticas levantadas en las últimas dos semanas sobre todo en Portugal, el escritor aclaró que no escribe «para agradar ni para desagradar».

«Yo escribo para desasosegar»; «estoy intentando desasosegar a algunos, pero seriamente», aseguró el premio Nobel de Literatura 1998, que desde hace años vive en la isla española de Lanzarote, en las islas Canarias.

«Caí­n» salió a la venta a mediados de octubre en portugués, español y catalán. En Portugal, con 30.000 ejemplares en dos semanas, es el más vendido nunca en el paí­s, y en Brasil también es número uno en ventas.

En España, donde se pusieron a la venta 130.000 libros y se están imprimiendo 30.000 más, es el tercero más vendido. Simultáneamente se ha puesto a la venta en América Latina.