La ex candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, Sarah Palin, estrena mañana un «reality show» en televisión, lo que refuerza la especulación sobre su futuro político con miras a las elecciones de 2012.
Palin, ex gobernadora de Alaska (noroeste de Estados Unidos), fue sacada abruptamente del anonimato por el senador John McCain en agosto de 2008 para conformar la fórmula republicana a la Presidencia.
A pesar de las burlas que la acompañaron durante toda la campaña electoral por su reiteración de errores y su falta de experiencia, Palin captó la atención de muchos estadounidenses, convirtiéndose recientemente en la musa del movimiento ultraconservador Tea Party.
Desde la victoria del demócrata Barack Obama, esta madre de familia de 46 años deja sobrevolar el misterio sobre su voluntad de ser candidata a convertirse en la primera mujer presidente de los Estados Unidos, como lo hizo esta semana en Plumsteadville (Pensilvania, este) donde participó en un evento de recaudación de fondos.
Muchos expertos creen que, sea cual sea su decisión, seguirá siendo una figura en el ámbito conservador.
«Tiene algo que hoy casi nadie en este país posee: puede desencadenar un debate nacional con un simple tweet», dijo a la AFP Michael Franc, vicepresidente del centro de análisis conservador Heritage Foundation, con referencia a los frecuentes mensajes de Palin denunciando las políticas de Obama en las redes sociales Twitter o Facebook.
«La pregunta que todos se hacen es: ¿Cómo piensa explotarlo?», dijo.
Si bien reserva sus intervenciones a los medios que le son más favorables, principalmente a la cadena de televisión conservadora Fox News Channel, Palin se ha mantenido muy presente en los medios de comunicación. También sabe capitalizar sus apariciones, cobrando hasta 100.000 dólares por discurso.
Su hija Bristol, cuyo embarazo a los 17 años, anunciado en plena campaña electoral, acaparó los titulares, fue la primera del clan Palin en experimentar la telerrealidad, al participar varias semanas en el programa «Bailando con las Estrellas» (Dancing with the Stars).
A partir del domingo, el resto de la familia Palin disfrutará de esa vivencia, en «Sarah Palin»s Alaska» (La Alaska de Sarah Palin) en la cadena TLC. En ese programa, los Palin se presentan en sus actividades cotidianas: pescar, navegar en kayak, observar osos, o descansar en su ciudad, Wasilla.
La prensa estadounidense se mostró prudente sobre esta emisión de ocho episodios, «a medio camino entre una serie de viajes, un documental y un «reality show», según USA Today.
Para el diario Los Angeles Times, el programa, que tiene claros objetivos políticos, crea por lo menos «nuevas normas para la publicidad electoral». El New York Times ofrece una definición más inusual: «una serie de la naturaleza para viajeros políticos».
Muchos caciques republicanos no ocultan su desaprobación; algunos sostienen que el apoyo de Palin a los candidatos del Tea Party con puntos de vista extremistas los perjudica.
«Sarah Palin nos ha costado el control del Senado», dijo el representante de Alabama (sur), Spencer Bachus, en referencia a las legislativas del 2 de noviembre que permitieron a los republicanos tomar el control de la Cámara de Representantes, pero no el Senado .
«Creo que a ella le gusta ser una conocida comentarista de Fox y una oradora que puede mantener a su familia», dijo la senadora Susan Collins, una destacada republicana de centro. «Es mucho más fácil para electrizar a multitudes que gobernar de verdad.»