El mundo entero, especialmente los países dedicados a la conquista y a la intervención, explotación y avasallamiento de los más débiles, han caído como carroñeros sobre las reservas de recursos naturales de América Latina.
Hace pocas décadas entraron como leones al circo con la intención de arrasar sin miramientos, exactamente como arrasan los madereros que compran fincas que contienen bosques primarios, a precios de ocasión con la intención de tala rasa, para después venderlas totalmente destruidas, incluyendo la destrucción de nacimientos de agua, flora y fauna. Inmensos ecosistemas que la naturaleza llevó cientos o miles de años para su desarrollo los destruyen en un santiamén, dejando poblados y comunidades humanas sin recursos para su subsistencia o sobrevivencia.
Las leyes internacionales de protección ambiental y protección ecológica para los países depredadores, son inocuas y pasan sobre ellas y sobre la voluntad de las poblaciones como manadas de búfalos en pleno galope.
Lo más triste de esta historia de los tiempos actuales, es la abierta intervención de los vendedores de la patria y de la soberanía de los pueblos, a quienes paradójicamente esos mismos pueblos eligieron para que protegieran su Nación, su Estado, su República.
Muchos de los gobernantes, ejércitos y otras fuerzas de seguridad de los países latinoamericanos traicionan a sus países, a sus coterráneos y al juramento ante Dios que hicieron al tomar el poder, ser nombrados gobernantes y entregárseles la custodia, para su protección, de la soberanía de los Estados.
Pero eso no es todo, debe denunciarse una vez más el concurso de muchos medios de comunicación, quienes con falacias, verdades a medias y mentiras flagrantes contribuyen a deslizar la carreta de porquería que lleva a la destrucción de sus propios pueblos y comunidades; así también ambientalistas de media tinta son tomados como cabezas de playa con la finalidad de sostener una competencia y denuncia que no afecte verdaderamente a los intereses de los depredadores y los gobiernos y gobernantes. Las acciones contra el arrasamiento de los recursos naturales latinoamericanos son tan débiles como fuertes son los arrasadores… Los depredadores del agua? del oxígeno? de la vida.
Noticias que no reproducen otros medios, se publican en el Diario La Hora en Guatemala, tal el caso que en Ecuador el gobierno embargó la producción de la petrolera francesa Perenco, como parte de un juicio de la deuda de US $338 millones en impuestos a ese gobierno. Según la publicación de La Hora 050309, » «No se ha confiscado campos ni oficinas ni nada de eso. Ni se lo va a hacer a menos de que a futuro lo veamos necesario» dijo el ministro del sector, Derlis Palacios».
Además «El asesor jurídico de la Presidencia ecuatoriana, Alexis Mera, dijo a su vez que Ecuador está dispuesto a negociar con la empresa. «No queremos pelearnos con Perenco, pero tampoco podemos dejar que nos vean la cara de tontos como país», declaró a la prensa». «Estamos abiertos a cualquier tipo de negociación, que paguen a plazos, pero que paguen», subrayó.
Que toda Latinoamérica respondiera así sería maravilloso, especialmente si lo hiciera Guatemala. Lograr el uso racional y los cobros adecuados a las transnacionales de la extracción de los recursos sería lo más ecuánime para el mundo latinoamericano y? para los guatemaltecos, seguramente la salida eficaz del paupérrimo período de siglos.