Santos pide calma en décimo día de paro agrario


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El presidente Juan Manuel Santos sostuvo hoy que el país atraviesa una tormenta a raíz de la huelga de pequeños agricultores que ya lleva 10 días y pidió mesura a quienes se alistan para marchar en varias ciudades del país.

Por CESAR GARCIA, BOGOTA, Agencia AP

«Tratemos de pasar esta tormenta de la mejor forma posible, después de la tormenta viene la calma», aseguró el gobernante al aludir al paro agrario en rechazo a los bajos precios en las cosechas y los altos costos en los insumos que hacen que los cultivadores produzcan a pérdida. Los campesinos también se quejan por la creciente importación de productos que atribuyen a tratados de libre comercio y convenios comerciales con distintos países que van desde Mercosur, de donde llega leche en polvo, hasta papas de Perú o arroz desde Estados Unidos, entre otros.

El jefe de Estado consideró justas las exigencias de los labriegos quienes, según dijo, han sido víctimas por años del abandono estatal.

«Hay una crisis en el sector agropecuario, una crisis que tenemos que enfrentar y de la cual vamos a salir adelante», dijo Santos en una alocución al país desde la sede de gobierno.

El mandatario ratificó una serie de medidas para ayudar a los pequeños cultivadores, principalmente de papa, cebolla y productores de leche del centro del país, desde rebajar a cero el arancel de importación para 23 distintos productos fertilizantes y abonos, actualmente de entre 5% a 10%, pero no ofreció detalles sobre cuándo comenzaría a regir la medida.

El paro comenzó el 19 de agosto y se ha desarrollado con fuertes manifestaciones y bloqueos de carreteras principalmente en el centro del país como en el departamento Boyacá, en cuya capital, Tunja, se realizan desde el martes conversaciones entre voceros del gobierno y líderes campesinos para tratar de poner fin al paro.

El presidente, un economista de 62 años, ha debido enfrentar distintas manifestaciones en los últimos años, desde marchas universitarias en 2011 en contra de un proyecto de ley sobre reformas al sistema de educación superior, a reclamos de camioneros por el alto precio de los combustibles y este año de los cultivadores de café y coca y hasta los campesinos en Catatumbo, una zona del noreste del país.

Analistas consultados por The Associated Press indicaron que si bien en los paros no amenazan la gobernabilidad, dificultan el escenario para la posible reelección de Santos en los comicios generales de mayo de 2014. Destacaron además las diferencias de las protestas colombianas con las de otros países de la región, porque en esta nación andina son más rurales y sus agendas muy diversas, lo que dificulta que se unifiquen en un sólo movimiento nacional.

«No hay ningún riesgo de que el gobierno se vea afectado en su capacidad de ejecución o de tramitar leyes. La coalición de gobierno y la gobernabilidad no se ve amenazada» por las manifestaciones, dijo Jorge Restrepo, director del no gubernamental Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos. Pero «sí estoy seguro que le van a pasar factura en las elecciones», añadió. Santos ha dicho que recién en noviembre, seis meses de las elecciones como contempla la ley, dirá oficialmente si buscará un segundo mandato.

Restrepo recordó que el gobierno ha logrado desactivar otros focos de protestas como en el Catatumbo «con la chequera… y esa es la peor política pública» porque compromete recursos a futuro.