San Policarpo, Obispo y Mártir
San Policarpo fue uno de los discípulos del apóstol San Juan Evangelista. Los fieles le profesaban una gran admiración. Y entre sus discípulos tuvo a San Ireneo y a varios santos más.
San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa, pero lo señalaron de hereje y lo mataron.
Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: «Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valor para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él». Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás.