SANTORAL



Santa Ana

Madre de la Virgen Marí­a, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios, el señor Jesucristo fue su nieto. Esta mujer tení­a celo por hacer obras buenas y esforzarse en la virtud. Amaba a Dios sinceramente y se sometió a su santa voluntad en todos los sufrimientos, como fue su esterilidad por veinte años, según cuenta la tradición. Esposa y madre, fue fiel cumplidora de sus deberes para con el esposo y su encantadora hija Marí­a.