SANTORAL



Padre Damián de Molokai (1840, Bélgica)

Lo han llamado El leproso voluntario, porque con tal de poder atender a los leprosos que estaban en total abandono, aceptó volverse leproso como ellos.

Como en las islas Hawai habí­a muchos leprosos, los vecinos obtuvieron del gobierno que a todo enfermo de lepra lo desterraran a la isla de Molokai. Los pobres enfermos, perseguidos en cacerí­as humanas, eran olvidados allí­ y dejados sin auxilios ni ayudas.

Al saber estas noticias el Padre Damián le pidió al Obispo que le permitiera irse a vivir con los leprosos de Molokai. A Monseñor le parecí­a casi increí­ble esta petición, pero le concedió el permiso. Antes de partir habí­a dicho: «Sé que voy a un perpetuo destierro, y que tarde o temprano me contagiaré de la lepra. Pero ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo».