Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Patrona de los Padres Redentoristas y de Haití.
El icono original está en el altar mayor de la iglesia de San Alfonso, cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
En el siglo XV un comerciante acaudalado de la isla de Creta en el Mar Mediterráneo, tenía la bella pintura de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Era un hombre muy piadoso y devoto de la Virgen María. Por protección, el mercader decidió llevar la pintura a Italia. En ruta se desató una violenta tormenta y todos a bordo esperaban lo peor. El comerciante tomó el cuadro de Nuestra Señora, lo sostuvo en lo alto, y pidió socorro. La Santísima Virgen respondió a su oración con un milagro. El mar se calmó y la embarcación llegó a salvo al puerto de Roma.